SEMANA VI DE PASCUA
LUNES
26Cuando
venga el Paráclito, que os enviaré desde el Padre, el Espíritu de la verdad,
que procede del Padre, él dará testimonio de mí; 27 y también
vosotros daréis testimonio, porque desde el principio estáis conmigo.
16 1 Os
he hablado de esto, para que no os escandalicéis. 2 Os excomulgarán
de la sinagoga; más aún, llegará incluso una hora cuando el que os dé
muerte pensará que da culto a Dios. 3Y esto lo harán porque no han
conocido ni al Padre ni a mí.
4Os
he hablado de esto para que, cuando llegue la hora, os acordéis de que yo os lo
había dicho. No os dije estas cosas desde el principio porque estaba con
vosotros.
COMENTARIO
Jesús ha hablado a los
discípulos de la misión a la que deben entregarse y de la persecución contra ellos por parte del mundo injusto. Ahora va a señalarles
la tarea, sin disimular sus dificultades, y la ayuda de que van a
gozar.
26Cuando
venga el Paráclito, que os enviaré desde el Padre, el Espíritu de la verdad,
que procede del Padre, él dará testimonio de mí; 27 y también
vosotros daréis testimonio, porque desde el principio estáis conmigo.
Antes ha prometido Jesús
a los discípulos la permanencia en ellos del Espíritu de la verdad (14,17), que
los hará penetrar y profundizar en su mensaje. Ahora les anuncia la actividad
del Espíritu respecto a la misión: él dará
testimonio en favor de Jesús, condenado por el mundo.
Dará ese testimonio dentro de la comunidad, asegurándola
de la verdad de su mensaje y actuación. Se trata del testimonio
profético, que sostiene al grupo cristiano, confirmando su experiencia
interior, y consolida su ruptura con el mundo. El testimonio de los discípulos
ante el mundo, también vosotros, continúa el del Espíritu en la
comunidad; lo darán, renovando en cada época la obra de Jesús.
Estar con Jesús desde el principio, requisito para dar testimonio en
cualquier época, significa aceptar como norma toda la vida de Jesús, sin
separar al Jesús resucitado del Jesús terrestre. Considerar solamente al Jesús
glorioso es una tentación espiritualista que lleva a prescindir del compromiso.
16 1 Os
he hablado de esto, para que no os escandalicéis. 2 Os excomulgarán
de la sinagoga; más aún, llegará incluso una hora cuando el que os dé
muerte pensará que da culto a Dios. 3Y esto lo harán porque no han
conocido ni al Padre ni a mí.
Jesús previene a los discípulos, para evitar su deserción en el futuro. Podría parecerles inexplicable verse combatidos por las instituciones religiosas. Por eso Jesús les anuncia que serán marginados por los que se llaman representantes de Dios e intérpretes de su voluntad. Estos no sólo marginarán a los discípulos, sino que llegarán a darles muerte, y esto como un acto de culto. Su dios es la muerte, son
homicidas por esencia. Los máximos representantes de la institución religiosa judía han decretado ya la muerte de Jesús (11,53) y la de la comunidad, representada por
Lázaro (12,10). Jesús libera a los discípulos del respeto a las instituciones
religiosas.
Por parte de los adversarios, llenan el nombre de Dios con la proyección de sus propias ambiciones
y violencia, que despliegan su capacidad destructora. De ahí el dios homicida (8,44). El mundo religioso se opondrá a los discípulos porque no va a tolerar su testimonio
sobre Jesús, mostrando con ello la falsedad de su pretendido dios y el fraude del culto oficial (2,15;8,20).
4Os
he hablado de esto para que, cuando llegue la hora, os acordéis de que yo os lo
había dicho. No os dije estas cosas desde el principio porque estaba con
vosotros.
Este mundo injusto tendrá
su hora, la de su triunfo aparente. Será la hora del odio mortal, en oposición a la hora de Jesús, expresión suprema del amor. No deberá ser una sorpresa para los discípulos. La institución religiosa los condenará en nombre de su dios, como condenó a Jesús mismo.

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