lunes, 29 de enero de 2018

SEMANA IV


SÁBADO

3 DE FEBRERO

Marcos 6,30-34
30Los apóstoles volvieron a reunirse con Jesús, y le contaron todo lo que habían hecho y enseñado. 31El les dijo: Venid vosotros a solas a un lugar desierto a descansar un poco. Porque eran tantos los que iban y venían, que no encontraban tiempo ni para comer. 32Se fueron en barca a solas a un lugar desierto. 33Muchos los vieron marcharse y los reconocieron; entonces de todas las aldeas fueron corriendo por tierra a aquel sitio y se les adelantaron. 34Al desembarcar, Jesús vio una multitud y se compadeció de ella, porque andaban como ovejas que no tienen pastor; y se puso a enseñarles muchas cosas.

COMENTARIO
Que las cosas no han ido bien lo muestra que apenas los discípulos vuelven, Jesús en vez de felicitarlos, quiere llevárselos a un lugar desierto. Cuando Jesús hace esto es debido a la falta de comprensión de los discípulos. En estos “apartados”, Jesús se dedica a enseñarles para que rectifiquen su mentalidad y su modo de actuar.
Los discípulos, entusiasmados por la gente que les ha seguido, dado que no han anunciado la Buena Noticia de Jesús, sino “su” buena noticia, no tienen tiempo de comer, de ser alimentados por el pan auténtico que es Jesús.
Jesús logra arrancarlos y se los lleva a un lugar solitario, al desierto. Se van sin resistencia. El desierto era el lugar clásico de los levantamientos populares. Entienden que Jesús se los lleva porque va a empezar su levantamiento mesiánico. Creen que el momento ha llegado. Siguen en sus categorías nacionalistas y reformistas. Lo mismo le sucede a la multitud instruida por ellos. Al ver que van a un lugar desierto, piensan lo mismo y se van con ellos.

Aparece el verbo reunirse con, que quiere decir “sinagoga”. Los Doce siguen metidos en su judaísmo. Su enseñanza ha versado sobre el mesianismo nacional y glorioso. No han entendido las parábolas ni la explicación del Reino. Han confundido a la gente y siguen sin entender a Jesús.
Informan a Jesús de todo lo que habían hecho y enseñado. Jesús no les felicita. No aparece el más leve indicio de aprobación.  Y además, han enseñado. Jesús no los había enviado a enseñar. Jesús no delega en nadie esta enseñanza y solo la ejerce antes oyentes judíos. Lo cual quiere decir que los Doce han ido solo a territorio y círculos judíos. Como no han comprendido la enseñanza de Jesús, han predicado lo opuesto a la enseñanza de Jesús.
El envío ha sido un fracaso. No habrá más envíos.   

La reacción de Jesús es inmediata.
-          Venid: Son las mismas palabras que la primera llamada (Mc 1,17). Se están desviando del seguimiento. No se están dejando hacer. Siguen intentando imponer sus ideas y nos las del Maestro. Quiere decir, “renovad la llamada y el compromiso original”.
-          Vosotros a solas: Excluye al resto de seguidores. Esto es solo para los Doce, para los que siguen con la mentalidad exclusivista, nacionalista, no universal.
-          A un lugar desierto: Expresa la incomprensión de los discípulos. Como Juan Bautista, hay que volver al lugar que simboliza la ruptura con los valores de la sociedad.
-          A descansar. En Isaías (14,3), Dios, después de descansar de liberar al pueblo del destierro, lo invita a descansar. Ahora Jesús, pretende sacar a sus discípulos de la esclavitud ideológica en la que viven. Han de realizar el éxodo abandonando su judaísmo.
-          Un poco. El descanso es transitorio. Una vez que se han liberado, podrán liberar a los demás.

Las expectativas que habían levantado los discípulos en la gente se interponen entre Jesús y la gente. Esta ya no sigue a Jesús, sino a sus discípulos. Los propios discípulos, ocupados con la gente, no pueden ser instruidos por Jesús (Ya no transparentan a Jesús, sino a ellos mismos).

Jesús los arranca de la gente. Se los lleva fuera del influjo de la sociedad, a corregir la incomprensión. En la mentalidad de los discípulos continúa existiendo la idea de que es ahora cuando se va a producir el levantamiento popular. La gente que los ve y participan de las ideas de los discípulos, los siguen por tierra.
Los acontecimientos se van a precipitar. La multitud vienen con una idea equivocada sobre el mesianismo de Jesús. Es el momento de explicarles con alma y con obras, cuál es la salvación que Jesús propone, cuál es la calidad de su mesianismo y cómo se llega a la salvación.

Todo ser humano debe comprender el auténtico mesianismo de Jesús.

Jesús enseña tanto a los judíos como a los no judíos en qué consiste su mesianismo y qué obstaculiza aceptarlo. 

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