lunes, 30 de marzo de 2015

LUNES SANTO

ORACIÓN
(Sugerencia: leer antes el texto anterior, el evangelio del día, para comprender mejor)

Escribió una vez L.A.Schokel (Consejos al lector, "Hodie", 17, 1965, p.82)

Por amor a esta Palabra y por agradecimiento a este don de Dios,
el lector litúrgico tiene que hacer una acto de entrega y un esfuerzo inteligente.
Si su voz no suena, no resonará la voz de Cristo;
Si su voz no se articula, la Palabra se volverá confusa;
Si n da bien el sentido, el pueblo no podrá comprender la palabra;
Si no da la debida expresión, la Palabra perderá parte de su fuerza.
Y no vale apelar a la omnipotencia divina,
porque el camino de la omnipotencia,
también en la liturgia, pasa por la Encarnación"
   (La cursiva es mía)

Señor, Jesús, 
en vísperas de tu pasión
se acerca esta mujer y te unge, 
te lava los pies con sus lágrimas, 
te los seca con sus cabellos... 
¡Qué escándalo!
Una mujer, impura por naturaleza, "tocando" al Maestro.
Viendo gestos como estos, ¿cómo éste iba a ser el Mesías, el Hijo Bendito del Altísimo, del Todopoderoso, el Profeta esperado de las promesas?

Pero, ella, como tu entiende de amor. 
De hecho, es el último gesto de amor, de cercanía, de consuelo, de ternura, 
de caricia, de unción, de acogida, de aceptación, 
antes de que comience el gran drama de la humanidad representada en tu Pasión. 
¡Qué curioso! 

Y , sin embargo, Señor, Jesús, no nos escandaliza, ni lo más mínimo, 
leer el relato de tu Pasión según San Marcos de un tirón: 
¡Jo que larga es la misa de hoy! ¡lo que ha durado!
¿También hoy había que leer la Pasión pero esto no es solo el Viernes Santo?
¡Y encima con el frío que hace en la Iglesia!

Y me pregunto contigo: 
¿Cómo se nos hace largo el más bello relato jamás contado?
¿Cómo no acabamos de entender que es la lectura de la pasión del hombre y de la mujer de hoy?
Señor, ni te pido que seamos especialistas en la Biblia
(¿por qué no? con lo que entendemos de muchas otras cosas),
ni que entendamos los símbolos, las expresiones, las escenas, los contextos...
Pero, Señor,
¿podemos reducir la lectura a 10 o 15 minutos su lectura?
Si necesitamos una semana entera,
día y noche,  
empapados, embebidos, borrachos de tu Palabra,
dejar que tu Palabra ilumine nuestras Pasiones de hoy,
los sufrimientos, abusos, malos tratos, torturas, muertes violentas de hoy...

Me duele Señor, me duele esta situación,
esta manera de vivir y celebrar,
esta especie de "ginkana" litúrgica para que a todos los pueblos
les llegue tu Palabra... ¿les llega?
Tengo la sensación que hemos pasado de una vivencia de lo religioso de la autoridad a la costumbre. Pero nos falta lo más importante: la experiencia.
No sé si llegaremos algún día a celebrar tu Palabra sin prisa,
aunque con mucho frío;  
poco a poco, como penetra en la tierra la fina lluvia,
aunque sea un texto largo;
dejar que tu Palabra llene los vacíos de nuestras existencias,
volvernos a Ti,
de vez en cuando,
para sentir su Presencia,
y esta Presencia se convierta en nuestra fuente de bendición.

¿Hasta cuándo Señor? ¿Hasta cuándo tendremos que esperar a celebrar tu Palabra como fuente de bendición?
Sin prisa, poco a poco,
identificándonos con los personajes,
las situaciones,
los gestos,
las palabras,
los silencios...

Descubriendo sentidos y significados,
sintiéndonos solidarios de todos los crucificados de la tierra,
¿podemos cantar tu palabra me da vida?
¿Qué suerte tuvo aquella mujer que pudo acercarse a ti,
sin importarle los comentarios,
los chismorreos,
con todo el tiempo del mundo,
sin prisas,
pudiendo disfrutar de tu presencia viva?

¡Oh, Señor!
Dame tu fuerza y tu paciencia,
para que estos días,
como todos los días,
sea tu Palabra el centro, la fuente, el sentido,  
la calma.
Tu Palabra sea la fuente de Bendición. 

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