SÁBADO
16Al
oscurecer, los discípulos de Jesús bajaron al mar, 17 embarcaron y
empezaron la travesía hacia Cafarnaún. Era ya noche cerrada, y todavía Jesús no
los había alcanzado; 18 soplaba un viento fuerte, y el lago se iba
encrespando. 19Habían remado unos veinticinco o treinta estadios,
cuando vieron a Jesús que se acercaba a la barca, caminando sobre el mar, y se
asustaron. 20Pero él les dijo: Soy yo, no temáis. 21Querían
recogerlo a bordo, pero la barca tocó tierra en seguida, en el sitio a donde
iban.
COMENTARIO
16Al
oscurecer, los discípulos de Jesús bajaron al mar, 17 embarcaron y
empezaron la travesía hacia Cafarnaún. Era ya noche cerrada, y todavía Jesús no
los había alcanzado; 18 soplaba un viento fuerte, y el lago se iba
encrespando.
Da la
impresión que los discípulos han estado esperando a que anocheciera en el lugar
de la comida. Ellos solos, sin Jesús, bajan al lago, se montan en la barca y
regresan a Cafarnaúm. Pero ya no es la barca de Jesús, en ella no va Jesús.
Ellos eligen su propio camino; no entienden que Jesús se haya marchado en el
momento propicio para proclamarlo rey, jefe poderoso.
Sin
Jesús, la noche se hace presente, es noche cerrada, son las tinieblas opuestas
a luz. Los discípulos participan de la mentalidad del poder y ambición que les
ciega, se hace de noche en su vida. Y a pesar de que Jesús no está con ellos,
que no hay luz y que un fuerte viento agitaba el lago, aún así, ellos comienzan
la travesía por el lago para volver a la ciudad. Sin Jesús, ciegos (“a oscuras,
de noche”) y guiados por la mentalidad del poder, la mentalidad nacionalista
(“fuerte viento que agitaba”), no hay
futuro, no hay horizonte.
19Habían
remado unos veinticinco o treinta estadios, cuando vieron a Jesús que se
acercaba a la barca, caminando sobre el mar, y se asustaron.
Veamos los elementos más
significativos de este versículo:
1) Unos 5 kilómetros, el número 5 es
importante en el judaísmo, 5 son los libros que componen el Pentateuco, la ley
(cap. 8). Los discípulos han vuelto a la mentalidad de la antigua alianza;
2) Caminaba sobre el mar. El hecho de “caminar sobre el mar” era propio de Dios
(Job 9,8), era considerado como una manifestación de la divinidad de Jesús;
3) Se acercaba a la barca. Los discípulos, que esperaban una bronca de Jesús, se
asustan, reaccionan con miedo. Aquellos que viven de noche, aferrados a sus
viejas ideas, se asustan ante la presencia de Jesús, luz.
20Pero
él les dijo: Soy yo, no temáis.
Jesús,
al contrario de lo que esperaban sus discípulos, les saluda, les calma y les
tranquiliza. La reacción de los discípulos es la misma que los primeros
encuentros con el Resucitado. El miedo es el viento fuerte que guiaba su barca,
hasta que aparece la fe en Jesús, la confianza en él. Jesús es el Mesías
resucitado que vence la mentalidad a pesar del estado de injusticia en el que
vive la humanidad. Solo la presencia de
Jesús puede erradicar el miedo del ser humano.
21Querían
recogerlo a bordo, pero la barca tocó tierra en seguida, en el sitio a donde
iban.
Al intentar recoger a Jesús en la barca, sucede que ésta
ya se encuentra en terreno firme. Al aceptar a Jesús llegan a la tierra firme,
donde Jesús pretendía llevarlos en su éxodo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario