lunes, 27 de abril de 2015

SEMANA IV DE PASCUA
MIÉRCOLES
SANTA CATALINA DE SIENA, FIESTA. `PATRONA DE EUROPA

Mateo 11,25-30
25En aquel momento tomó la palabra Jesús y dijo: Te doy gracias, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos, y se las has revelado a los pequeños. 26Sí, Padre, así te ha parecido bien. 27Todo me ha sido entregado por mi Padre, y nadie conoce al Hijo más que el Padre, y nadie conoce al Padre sino el Hijo y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar. 28Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré. 29Tomad mi yugo sobre vosotros y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontraréis descanso para vuestras almas. 30Porque mi yugo es llevadero y mi carga ligera.

COMENTARIO
25En aquel momento tomó la palabra Jesús y dijo: Te doy gracias, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos, y se las has revelado a los pequeños. 26Sí, Padre, así te ha parecido bien.
Jesús alaba al Padre por su modo de proceder.
La manifestación del Mesías podría haber sido de manera espectacular y autoritaria, pero el Padre ha querido hacerlas depender de las disposiciones del hombre. Dios esconde estas cosas: es una manera de hablar. Es el ser humano el que se incapacita a sí mismo para ver, se atribuye a Dios lo que es responsabilidad mía.
·         Los pequeños /sencillos. Son los que tienen un interior limpio, los que no tienen intereses torcidos. Solo a estos se les permite discernir, en las obras de Jesús, la mano de Dios. Tienen que ver con la primera de las Bienaventuranzas, felices los pobres en el Espíritu”. Son los que tienen necesidad de salvación, los que se dejan transformar por el Espíritu.
·         Los sabios y entendidos. No quiere decir los inteligentes. Hace referencia a Is 29,14: a los hipócritas, no-sinceros, los que tienen intereses torcidos…Todo esto les inutiliza y les impide aceptar las conclusiones a las que deberían llegar al interpretar/discernir las obras de Jesús.

27Todo me ha sido entregado por mi Padre, y nadie conoce al Hijo más que el Padre, y nadie conoce al Padre sino el Hijo y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar.
Identidad entre Jesús y el Padre.
Jesús es la presencia de Dios en la tierra. Es Dios-con-nosotros. La relación íntima entre Jesús y el Padre la establece la comunidad del Espíritu.  El conocimiento de Dios, del que se glorían los sabios y entendidos, que se adquiría a través del estudio de la ley, no es verdadero conocimiento. Los que creen esto, aunque se tengan por sabios, son necios. Nadie pude conocer al Padre sino a aquel a quien el Hijo comunique el Espíritu, que establecerá una relación semejante a la suya.
El verdadero conocimiento de Dios, consiste en conocerlo como Padre y experimentar su amor. Este conocimiento y experiencia solo puede conocerse a través del Hijo. Solo se puede practicar a través del Espíritu que el Hijo nos transmite.

28Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré. 29Tomad mi yugo sobre vosotros y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontraréis descanso para vuestras almas. 30Porque mi yugo es llevadero y mi carga ligera.
Es una invitación a los cansados y agobiados por esa ley de sabios y entendidos. Además, no proporciona el verdadero conocimiento de Dios como Padre que acoge a todos, sino un juez que discrimina a casi todos.

Jesús hace una invitación a cambiar de yugo, a romper con el yugo, a romper con otros maestros. Es otro modo de hablar, por comparación al yugo insoportable y discriminatorio de la ley. El yugo de la ley era abrumador, ridículo y neurótico, conducía a una moral sin alegría. Jesús propone, en cambio, el servicio en la alegría y la amistad. En la familia no hay leyes, todas las obligaciones surgen como servicio y se realizan con alegría y entrega. Siguen siendo yugo y carga, pero no lo son porque uno no lo toma así, ya que lo hace por amor, servicio y entrega total. Por eso, aunque sea mucho lo que uno haga (nada es tan productivo como el amor), le parece suave, porque lo realiza con amor.


29Tomad mi yugo sobre vosotros y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontraréis descanso para vuestras almas. 30Porque mi yugo es llevadero y mi carga ligera.
En las Bienaventuranzas, Jesús proclama: Dichosos los mansos/humildes, porque heredaran la tierra (Mt 5,4). Ahora Él es el ejemplo de humildad. Humildad viene de “humus” que significa tierra. Humilde es el humano. Jesús es compasivo y humano. Es Dios con un corazón humano. El mensaje de Jesús es descanso después de la fatiga del pasado –ley antigua-. Los sabios y entendidos  no comprenden ni el mensaje ni al mensajero.



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