SEMANA III DEL TIEMPO ORDINARIO
ORACIÓN DEL DOMINGO
Mateo 4,12-23
12 Al enterarse Jesús de que habían arrestado a Juan se
retiró a Galilea.
13 Dejando Nazaret se estableció en Cafarnaún, junto al
mar, en el territorio de Zabulón y Neftalí, 14 para
que se cumpliera lo dicho por medio del profeta Isaías:
15 «Tierra de Zabulón y tierra de Neftalí, camino del
mar, al otro lado del Jordán, Galilea de los gentiles.
16 El pueblo que habitaba en tinieblas vio una luz
grande; a los que habitaban en tierra y sombras de muerte, una luz les brilló».
17 Desde entonces comenzó Jesús a predicar diciendo:
«Convertíos, porque está cerca el reino de los cielos».
El pueblo que
habitaba en tinieblas vio una luz grande;
Y en esas tinieblas seguimos,
nos acompañan.
Seguimos en las tinieblas del error,
del auto-engaño, del sufrimiento,
de la injusticia, a nivel social y
religioso;
del miedo, ansiedad, angustia, culpa…
Por eso, queremos, deseamos, ver tu Luz.
Tu Luz al comenzar este día, este
encuentro, esta mañana,
tu Luz de la mañana que disipe nuestras
tinieblas,
tu luz de la bondad, de la fuerza de la
ternura,
más fuerte que nuestros pecados,
desconfianzas,
tu Luz que es aceptación incondicional
aunque seamos unos inaceptables…
A los que
habitaban en tierra y sombras de muerte, una luz les brilló.
En nuestras tierras, en nuestras vidas, en nuestro mundo,
Continúan
habitando las sombras de muerte: la injusticia, las guerras,
el
desencuentro, el hambre, la persecución…
A
veces, somos como zombis, muertos vivientes.
Más
que vivir, sobrevivimos, nos dejamos vivir,
no
disfrutamos de la vida, la soportamos, la aguatamos… es lo que toca….
Por
esto, Señor,
Tu
que eres la LUZ del mundo aumbra nuestras tinieblas,
Ilumina
nuestras vidas,
nuestro
mundo,
nuestra
historia.
No
lo veamos solo como pasado: una luz les
brilló,
sino
que conjuguemos el presente yen futuro:
una
Luz nos brilla hoy y siempre.
una
Luz que ilumina y da calor,
alumbra
y calienta, aviva,
una
Luz que da vida,
que
hace ver las cosas de manera distinta,
de
otra manera.
¡Vale
ya de pesimismos,
exageraciones,
dramatismos,
victimismos,
exigencias…
E
incluso, con esa mochila de sombras,
Que
seamos conscientes que tu Luz es más fuerte que nuestra debilidad.
Más
aún, que estas circunstancias,
Estos
sufrimientos sean una OPORTUNIDAD para ponernos en camino hacia TI,
Lo
que consideramos negativo que nos empuje a MOVERNOS hasta encontrarnos contigo.
Contigo
que siempre estás a la espera de nuestro encuentro.
¡ÉL,
JESÚS DE NAZARET, SIEMPRE NOS ESTÁ ESPERANDO!
“Deja
que yo sea la luz de tu vida.
Ten
confianza.
No
tengas miedo.
No
des tanta importancia a las cosas.
Deja
de exagerar, de dramatizar… SI, YO ESTOY CONTIGO”
Amén.
No hay comentarios:
Publicar un comentario