domingo, 22 de enero de 2017

SEMANA III DEL TIEMPO ORDINARIO
ORACIÓN DEL DOMINGO

Mateo 4,12-23
12 Al enterarse Jesús de que habían arrestado a Juan se retiró a Galilea.
13 Dejando Nazaret se estableció en Cafarnaún, junto al mar, en el territorio de Zabulón y Neftalí, 14 para que se cumpliera lo dicho por medio del profeta Isaías:
15 «Tierra de Zabulón y tierra de Neftalí, camino del mar, al otro lado del Jordán, Galilea de los gentiles.
16 El pueblo que habitaba en tinieblas vio una luz grande; a los que habitaban en tierra y sombras de muerte, una luz les brilló».
17 Desde entonces comenzó Jesús a predicar diciendo: «Convertíos, porque está cerca el reino de los cielos».

El pueblo que habitaba en tinieblas vio una luz grande;
Y en esas tinieblas seguimos,
nos acompañan.           
Seguimos en las tinieblas del error,
del auto-engaño, del sufrimiento, 
de la injusticia, a nivel social y religioso;
del miedo, ansiedad, angustia, culpa…
Por eso, queremos, deseamos, ver tu Luz.
Tu Luz al comenzar este día, este encuentro, esta mañana,
tu Luz de la mañana que disipe nuestras tinieblas,
tu luz de la bondad, de la fuerza de la ternura,
más fuerte que nuestros pecados, desconfianzas,
tu Luz que es aceptación incondicional aunque seamos unos inaceptables…

A los que habitaban en tierra y sombras de muerte, una luz les brilló.
En nuestras tierras, en nuestras vidas, en nuestro mundo,
Continúan habitando las sombras de muerte: la injusticia, las guerras,
el desencuentro, el hambre, la persecución…
A veces, somos como zombis, muertos vivientes.
Más que vivir, sobrevivimos, nos dejamos vivir,
no disfrutamos de la vida, la soportamos, la aguatamos… es lo que toca….
Por esto, Señor,
Tu que eres la LUZ del mundo aumbra nuestras tinieblas,
Ilumina nuestras vidas,
nuestro mundo,
nuestra historia.
No lo veamos solo como pasado: una luz les brilló,
sino que conjuguemos el presente yen futuro:
una Luz nos brilla hoy y siempre.
una Luz  que ilumina y da calor,
alumbra y calienta, aviva,
una Luz que da vida,
que hace ver las cosas de manera distinta,
de otra manera.
¡Vale ya de pesimismos,
exageraciones, dramatismos,
victimismos, exigencias…
E incluso, con esa mochila de sombras,
Que seamos conscientes que tu Luz es más fuerte que nuestra debilidad.
Más aún, que estas circunstancias,
Estos sufrimientos sean una OPORTUNIDAD para ponernos en camino hacia TI,
Lo que consideramos negativo que nos empuje a MOVERNOS hasta encontrarnos contigo.
Contigo que siempre estás a la espera de nuestro encuentro.
¡ÉL, JESÚS DE NAZARET, SIEMPRE NOS ESTÁ ESPERANDO!
“Deja que yo sea la luz de tu vida.
Ten confianza.
No tengas miedo.
No des tanta importancia a las cosas.
Deja de exagerar, de dramatizar… SI, YO ESTOY CONTIGO”
Amén.



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