domingo, 7 de enero de 2018

Resultado de imagen de FANO ESTE ES EL CORDERO DE DIOSSEGUNDA SEMANA DEL TIEMPO ORDINARIO


DOMINGO

Juan 1,35-42
35Al día siguiente, estaba Juan con dos de sus discípulos y, 36fijándose en Jesús que pasaba, dice: Este es el Cordero de Dios. 37Los dos discípulos oyeron sus palabras y siguieron a Jesús. 38Jesús se volvió y, al ver que lo seguían, les pregunta: ¿Qué buscáis? Ellos le contestaron: Rabí (que significa Maestro), ¿dónde vives? 39Él les dijo: Venid y veréis. Entonces fueron, vieron dónde vivía y se quedaron con él aquel día; era como la hora décima.
40Andrés, hermano de Simón Pedro, era uno de los dos que oyeron a Juan y siguieron a Jesús; 41encuentra primero a su hermano Simón y le dice: Hemos encontrado al Mesías (que significa Cristo). 42Y lo llevó a Jesús. Jesús se le quedó mirando y le dijo: Tú eres Simón, el hijo de Juan; tú te llamarás Cefas (que se traduce: Pedro).


 COMENTARIO
Comenzamos el tiempo ordinario del Ciclo B, centrados en el evangelio de Marcos, con los añadidos del evangelio de Juan, como vemos en este segundo Domingo. Lo que nos narra el evangelista es la llamada, el encuentro, la primera experiencia de Jesús con los que van a ser sus discípulos. Según Juan, estos son discípulos de Juan el Bautista. Varias expresiones (algunas entre paréntesis) llaman la atención y nos dan la clave para descifrar el mensaje:
-          Juan dice de Jesús: Este es el Cordero de Dios. Lo que hay debajo de estas palabras es: este es el hombre que con su sangre nos libera de la muerte. Con su carne nos alimenta en el éxodo hacia la plenitud. Es el que, a través de una vida entregada, provoca la libertad querida por Dios. Es el Mesías esperado, no según nuestras expectativas, del que brota la vida.   
-          Jesús pregunta: ¿Que buscáis?: Es una pregunta válida para todos los hombres de toda época y condición. No se refiere a su persona, sino al objetivo que persiguen ¿Qué objetivo persigues en la vida? Aunque seamos nosotros los que seguimos a Jesús, Él es quien toma la iniciativa. La búsqueda solo alcanza su objetivo cuando Jesús toma la iniciativa. Seguir a Jesús compromete porque tarde o temprano, Él pregunta.

-          Rabí (que significa Maestro) ¿dónde vives?: La pregunta es de Andrés y del otro discípulo. Reconocen que Jesús tiene que enseñarles: Rabí. "Buscamos conocer". Quieren vivir bajo su influjo, vivir con él. "Buscamos la plenitud de vida que tú conoces y que nos puedes enseñar".

-          Hemos encontrado al Mesías (que significa Cristo): Es un discípulo de Juan Bautista el que aclara en que consiste ser Mesías al estilo de Jesús: es el que inaugura la nueva pascua, la nueva alianza que da al traste con la antigua, el que no está en línea ni del Mesías esperado por la mentalidad de entonces ni de Moisés. Es el que, como está lleno del Espíritu, tiene plenitud de vida. Cristo quiere decir "el Ungido" para hacer posible la alternativa de Dios: un mundo plenamente más humano. Luego la palabra cristiano quiere decir: ungido para.
.
-          Tú te llamarás Cefas (que se traduce: Pedro): Es la última de las palabras que el evangelista pone entre paréntesis, dando a entender que todo el evangelio ha de leerse de manera simbólica, hay que ir más allá de "al pie de la letra".  El cambio de nombre significa cambio de identidad, y como consecuencia, de misión. Cefas representa a los que no escuchan el mensaje ni siguen a Jesús; simplemente se dejan llevar pasivamente a su presencia. Una curiosidad: solo cinco versículos antes que acabe el evangelio, Jesús invita a Pedro: Sígueme.

ORACIÓN
Oh Dios, enséñame a orar.
Tú que todo lo ves,
Tú que todo lo oyes,
Tú que todo lo sabes,
a ti que todo lo experimentas en mí y conmigo,
porque eres mi compañero y amado.
Nada se te oculta.
Tu amor para mí es luz,
y a esta luz Tú lo ves todo.

Beatriz de Nazaret

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