JUEVES SANTO

Una Oración Para Preparar La Pascua

¡Pronto estaremos en Pascua!

Pensábamos que la humanidad estaba hecha polvo, como un árbol reseco y podrido, capaz de producir sólo odio y maldad.

¡Nos equivocamos!

Mirad: ¡El Señor Jesús viene de nuevo!

¡Llega la Pascua!

¡Gracias a ti, Señor Jesús,

comenzarán ya a madurar en nuestra tierra los frutos de la comprensión y de la paz!

Pensábamos que la humanidad

estaba condenada y marchita,

como un campo cubierto de hierbas, capaz de producir sólo

egoísmo e insolidaridad.

¡Nos equivocamos!

Mirad: El Señor Jesús vendrá de nuevo, multiplicará el pan,

se hará servidor, se ofrecerá enteramente como pan y vino  para alegría del mundo.

¡Llega la Pascua!

¡Gracias a ti, Señor Jesús,

comenzarán ya a germinar y a florecer  en nuestra tierra

los frutos del servicio y la solidaridad!

Pensábamos que la humanidad

estaba reseca, como un árido desierto  capaz de producir sólo pecado e insolidaridad.

Pensábamos que la humanidad

estaba condenada a acabarse y desaparecer.

¡Nos equivocamos!

Mirad: el Señor Jesús viene

nos revestirá de la belleza de los hijos de Dios.

Con sus brazos abiertos en cruz

se enfrentará, victorioso, a la muerte.

¡Llega la Pascua!  Gracias, Señor Jesús,

porque arrebatarás a la  muerte nuestra humanidad

que desde ahora será capaz de producir  muchos y magníficos frutos.

¡Gracias, Señor Jesús!

·        El encuentro de varios creyentes para celebrar el Misterio de Jesús, su muerte y Resurrección, es un acontecimiento para nosotros. En una reunión como esta del Triduo Pascual es preciso partir de una convicción: Dios siempre actúa, Dios siempre tiene algo que hacer, Dios toca el corazón de alguien. Es posible que todo esto pase desapercibido a nuestros ojos pero Dios actúa, mueve, remueve los corazones,… ·        Deja que Cristo actue en ti... Dejale hacer a él... Dejate de protagonismos...

 

¡TÚ ERES MI SEÑOR!

Si nadie me ama, tu alegría es amarme.

Si lloro, tu deseo es consolarme.

Si soy débil, Tú eres mi fuerza y mi energía.

Si nadie me necesita, Tú me buscas.

Si estoy vacío, tu plenitud me colmará.

Si quiero caminar, Tú vienes conmigo.

Si te llamo, Tú siempre vienes.

Si me pierdo, Tú me buscas sin cesar.

Si estoy cansado, tú eres mi descanso.

Si peco, tú eres mi perdón.

Si te pido, Tú eres don para mí.

Si te necesito, me dices: Aquí estoy dentro de ti.

Si estoy a oscuras, Tú eres luz para mis pasos.

Si tengo hambre, Tú eres pan de vida para mí.

Si soy infiel, Tú eres fiel.

Si quiero conversar, Tú me escuchas siempre.

Si te miro, veo la verdad de mi corazón.

Si todos me olvidan, tus entrañas se estremecen recordándome.

Si no tengo a nadie, te tengo a Ti.

Si soy silencio, Tu palabra habitará en mi corazón.

“SEÑOR ESCUCHA MI VOZ”