MIÉRCOLES
16 Porque
tanto amó Dios al mundo, que entregó a su Unigénito, para que todo el que cree
en él no perezca, sino que tenga vida eterna. 17Porque Dios no envió
a su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por
él. 18El que cree en él no será juzgado; el que no cree ya está
juzgado, porque no ha creído en el nombre del Unigénito de Dios. 19Este
es el juicio: que la luz vino al mundo, y los hombres prefirieron la tiniebla a
la luz, porque sus obras eran malas. 20Pues todo el que obra el mal
detesta la luz, y no se acerca a la luz, para no verse acusado por sus obras.
21En
cambio, el que obra la verdad se acerca a la luz, para que se vea que sus obras
están hechas según Dios.
COMENTARIO
16Porque
tanto amó Dios al mundo, que entregó a su Unigénito, para que todo el que cree
en él no perezca, sino que tenga vida eterna.
Juan completa la explicación de
Mesías. Hasta aquí lo ha descrito como hombre levantado, lo ha descrito
partiendo del hombre, ahora lo hace partiendo de Dios que toma la iniciativa e
inserta su acción en la historia.
El hombre levantado es al mismo
tiempo el Hijo –único de Dios (alusión a Abraham y a su hijo único entregado).
·
En el caso de Abraham es sustituido por un
cordero, alusión al éxodo y a la Pascua.
·
En el caso de Jesús, es sustituido por nada, él
es el cordero del Pascua y el éxodo definitivo.
17Porque
Dios no envió a su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo
se salve por él.
El motivo del envío es el amor,
la salvación. El Mesías no trae una misión judicial ni excluye a nadie ni
discrimina a nadie, está destinado a la humanidad entera.
18El
que cree en él no será juzgado; el que no cree ya está juzgado, porque no ha
creído en el nombre del Unigénito de Dios.
La responsabilidad y el juicio
recaen sobre el hombre. El hombre pasa a ser sujeto gramatical de la sección.
Dos actitudes posibles:
·
O crees y aceptas el Espíritu y naces de nuevo,
vida plena;
·
O no crees y tú mismo te sentencias.
No basta la adhesión a un Mesías
reformador (2,23) ni la adhesión a un Mesías –Maestro de la ley, concepción
surgida en el fariseísmo.
Es al Mesías levantado el que nos
da el Espíritu, la vida plena, porque ha vendió de arriba.
19Este es el juicio: que la luz
vino al mundo, y los hombres prefirieron la tiniebla a la luz, porque sus obras
eran malas.
En el prólogo, la vida ha sido
identificada con la luz, en consecuencia con su teología, Juan después de
presentar al Mesías como fuente de vida, nos lo va a presentar como luz que
ilumina, “vino la luz al mundo”. La
ley deja de ser la luz, la luz es Jesús.
20Pues
todo el que obra el mal detesta la luz, y no se acerca a la luz, para no verse acusado
por sus obras.
21En
cambio, el que obra la verdad se acerca a la luz, para que se vea que sus obras
están hechas según Dios.
Todo el que obra mal, es un
principio general que se extiende fuera de las fronteras de Israel y fuera de
la época de Jesús.
No son las doctrinas las que
separan de Dios sino las conductas. Dios no ofrece doctrina sino vida.
El modo de obrar es anterior a la
adhesión a Jesús. Hay una docilidad a la vida y a Dios anterior a la fe en
Jesús y que permite llegar a ella. La vida se ha manifestado en el mundo desde
el comienzo de la creación, la dialéctica muerte/vida es anterior a la
manifestación plena de la vida en Jesús. Los hombres para los que la vida es la
luz, los que responden a la llamada del proyecto creador y están a favor de la
creación y la vida, son los que se acercan a la luz que es Jesús.
PARA PROFUNDIZAR
CONTEXTO: ante los signos
que Jesús realiza, Jn describe 2 tipos de reacciones:
-
Reacción genérica: 2, 23-25;
-
Reacción farisea: personificada en Nicodemo (3,1-12)
Frente a la expectación que ha
interpretado erróneamente la mesianidad de Jesús, Jn expone la verdadera
realidad del Mesías: 13-21
Las dos funciones
que la escuela farisaica atribuía a la ley eran:
o
Ser fuente de vida;
o
Ser norma de conducta
Ahora el evangelio nos invita a:
o
Creer: adherirse, si quieres vida, necesitas
contacto con el que es la vida… 3, 15-18;
o
Dar un paso hacia luz, iniciar el éxodo hacia la
luz: 3, 20-21
-
El Mesías es fuente de vida plena (v.13-18). Solo el da
la vida.
-
É es la única norma de conducta (19-22). Su luz revela
la bondad o maldad de las acciones.
Éstas son precisamente las 2
funciones que los fariseos atribuían a la ley y que son sustituidas pro Jesús
que es presentado como:
-
El hijo del hombre que es levantado (14-15), “subir”
-
El hijo del hombre que es enviado (v.16-18), “bajar”
De él, elevado en alto (=cruz)
como sucedió con la serpiente del desierto, nos viene la salvación, la vida,
por medio de su Espíritu (entrego el Espíritu).
Es el Espíritu la fuente de la vida, no la ley; por eso “hay que nacer de nuevo del Espíritu”,
la fuente de la vida no es la ley, sino el Mesías entregado, colgado, del que
brota el Espíritu.
-
Pero no todo depende de Dios, de su Espíritu, también
depdende del hombre y de su actuación:
o
v. 20: el que obra mal….. no va
o
v. 21: el obra la verdad…..va
-
La respuesta humana ante el Mesías es descrita de 2
maneras:
o
Fe, adhesión, a su Espíritu , es interior;
o
Dar el paso, realizar el éxodo personal hacia la
luz, es exterior.
SUSTITUCIÓN DE LA LEY: Jesús no
viene a perfeccionar la ley, sino a sustituirla por su persona.
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