JUEVES, 28 DE FEBRERO
Marcos 9,40-49
40El que no está contra nosotros está a favor nuestro.
41Y el que os dé a beber un vaso de agua porque sois de
Cristo, en verdad os digo que no se quedará sin recompensa. 42El que
escandalice a uno de estos pequeñuelos que creen, más le valdría que le encajasen
en el cuello una piedra de molino y lo echasen al mar. 43Si tu mano
te hace caer, córtatela: más te vale entrar manco en la vida, que ir con las
dos manos a la gehenna, al fuego que no se apaga. 45Y, si tu pie te
hace caer, córtatelo: más te vale entrar cojo en la vida, que ser echado con
los dos pies a la gehenna. 47Y, si tu ojo te hace caer, sácatelo: más
te vale entrar tuerto en el Reino de Dios, que ser echado con los dos ojos a la
gehenna, 48donde el gusano no muere y el fuego no se apaga. 49Todos
serán salados a fuego. 50Buena es la sal; pero si la sal se vuelve
sosa, ¿con qué la salaréis? Tened sal entre vosotros y vivid en paz unos con
otros.
COMENTARIO
41Y el que os dé a beber un vaso de agua porque sois de
Cristo, en verdad os digo que no se quedará sin recompensa.
Jesús envía a los Doce. Si reflejan la figura de Jesús
Mesías, llevarán también ellos la presencia de Jesús y del Padre, que será la recompensa
del que los acoge.
Este relato es complementario con el del niño/siervo:
-
Este (Mc 9, 33b-37,
cfr. martes), muestra lo que significa estar
con Jesús, es decir, identificarse con Él, renunciando a la ambición de
privilegio y adoptando su actitud de servicio; el grupo de seguidores no
israelitas lo cumple, pero los Doce no.
-
El relato de hoy ilustra
la misión liberadora que realiza el grupo no israelita, mientras los Doce
fracasan en ella: al seguir apegados a las categorías del judaísmo, no están con Jesús y no tienen alternativa
que proponer.
El intento del grupo de los Doce de impedir la misión
de los que no se atienen a sus categorías refleja, sin duda, conflictos
pertenecientes a la época de Marcos. Se hace patente la polémica de este
evangelista contra los círculos cristianos judaizantes.
42El que escandalice a uno de estos pequeñuelos que
creen, más le valdría que le encajasen en el cuello una piedra de molino y lo
echasen al mar.
Aviso de Jesús: peor que morir es hacer daño a los
pequeños, en oposición a más grande (Mc 9,34), a los que no
tienen ambición de honor o privilegio y adoptan una actitud de servicio (9,35),
condición del verdadero seguimiento. Se trata de los seguidores no israelitas, uno
de estos pequeñuelos. El escándalo existe cuando hay en la comunidad quienes
pretenden ser más grandes, ser servidos en lugar de servir, poniéndose por
encima de otros como superiores a ellos. Esta ambición pondría en peligro la
adhesión de los pequeñuelos a Jesús.
Continúa la polémica de Marcos contra los que
pretenden deformar el mensaje de Jesús introduciendo modos de actuar
frecuentes en el judaísmo.
43Si tu mano te
hace caer, córtatela: más te vale entrar manco en la vida, que ir con las dos
manos a la gehenna, al fuego que no se apaga. 45Y, si tu pie te hace
caer, córtatelo: más te vale entrar cojo en la vida, que ser echado con los dos
pies a la gehenna. 47Y, si tu ojo te hace caer, sácatelo: más te
vale entrar tuerto en el Reino de Dios, que ser echado con los dos ojos a la
gehenna, 48donde el gusano no muere y el fuego no se apaga.
Hay que hacer opciones, por dolorosas que sean, pues
son opciones entre el éxito y el fracaso de la existencia: toda actividad, la
mano, conducta, el pie, o
aspiración, el ojo, que busca prestigio y superioridad, está viciada y hay
que suprimirla, pues pone en peligro la fidelidad al mensaje y bloquea
el desarrollo personal.
Las imágenes que usa Jesús son fuertes: hay que
extirpar todo lo que en uno mismo se oponga al mensaje y cause daño a los que
quieren ser fieles a Él. Solo esta decisión lleva a la vida, la opción
contraria lleva a la muerte. La vida está
en paralelo con el Reino de Dios. Se
trata, por tanto, de asegurar la plenitud de vida tanto en el mundo presente
como en el futuro.
La
expresión el gusano que no muere y el fuego
que no se apaga está tomada de un texto profético (Is 66,24) que se
refiere a cadáveres que se queman, no a vivos que sufren. La relación de gusanos y fuego, que serían incompatibles, relativiza las imágenes. No se
describe con ellas un tormento eterno, sino una destrucción total.
50Buena es la sal; pero si la sal se vuelve sosa, ¿con
qué la salaréis? Tened sal entre vosotros y vivid en paz unos con otros.
La sal, que impedía la
corrupción de los alimentos, sirve como imagen de la fidelidad al mensaje. Para
mantener esa fidelidad el seguidor de Jesús necesita autodisciplina, expresada
con la imagen compleja de un fuego,
elemento doloroso, pero que sala y conserva, opuesto al fuego que destruye.
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