MARTES, 12 DE MARZO
Mateo 6,7-15
7Cuando recéis, no uséis muchas palabras, como los
gentiles, que se imaginan que por hablar mucho les harán caso. 8No
seáis como ellos, pues vuestro Padre sabe lo que os hace falta antes de que lo pidáis.
9Vosotros
orad asi:
Padre nuestro que
estás en el cielo,
santificado sea tu
nombre,
10venga a nosotros tu reino,
hágase tu voluntad en
la tierra como en el cielo,
11danos hoy nuestro pan de cada día,
12perdona nuestras ofensas,
como también nosotros
perdonamos a los que nos ofenden,
13no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal.
14Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, también os
perdonará vuestro Padre celestial, 15pero si no perdonáis a los
hombres, tampoco vuestro Padre perdonará vuestras ofensas.
COMENTARIO
El Padre nuestro está enmarcado por 4
versículos: 7-8 y 14-15.
Los vv. 7-8 nos indican las predisposiciones
que hemos de ter cara a Dios cuando oramos: certeza absoluta de que vamos a ser
escuchados, es la fe. Estos versículos son un estímulo para el orante, pues la
oración es la razón para reconocer el don de Dios.
·
Padre nuestro: empieza como una
oración comunitaria. Aunque lo haga un individuo habla en nombre de la
comunidad del Reino.
El nombre de Dios no parece en todo el
relato, siempre aparece Padre:
o
Padre es el nombre
cristiano de Dios. Padre es el único
nombre de Dios.
o
Es
el nombre propio de Dios: es el que nos da la vida, el que hace reconocernos
como hijos y como hermanos.
o
Dios es el nombre común
que sirve para todas las religiones, para referirse a un ser superior, por eso
su nombre es diferente.
o
El
nombre de Padre funda una relación nueva con él; no es el Dios sentado en el
trono dando mandamientos a los hombres y dirigiendo el mundo. Son falsas las
ideas de Dios que él ha venido a cambiar. La palabra padre cambia totalmente el concepto e imagen de Dios.
o
Llamar
a Dios padre es tener experiencia de su vida y de su amor.
·
Del cielo. Esta palabra no
significa distancia ni es un lugar, sino excelencia, padre en grado supremo,
excelente. Más tarde Mateo dirá: no
llaméis a nadie padre en la tierra (Mateo 23,9). Hemos de renunciar a
nuestro padre terreno, es decir, hemos de renunciar a nuestro modelo de padre
terreno, tradicional. Nuestro modelo es el del cielo.
Una
vez que se ha aclarado esto, comienzan las peticiones. Primero las del
padrenuestro, dirigidas al mundo, en favor del mundo, de la humanidad; después,
las segundas, están dirigidas a favor de la comunidad.
·
Santificado sea tu nombre. Mejor traducir
por “proclámese ese nombre tuyo”. Santificar quiere decir “reconocer”. Nadie
pude santificar a Dios. El único santo es Dios. Pero reconocer ¿Qué? Tu nombre. ¿Cuál es tu nombre? Padre.
Esta es la primera petición de la comunidad cristiana: que seas reconocido como
Padre. Que la humanidad llegue a reconocer a Dios como Padre. Y, ¿esto como se
hace? Jesús lo ha dicho anteriormente: vosotros
sois la luz del mundo… que vean vuestras buenas obras y glorifiquen a vuestro
Padre (Mt 5) Que la humanidad tenga conciencia de la realidad de que Dios
es Padre. Que esto sea universal.
·
Venga a nosotros tu
reino. Mejor
traducir por “llegue tu reinado”. Se pide que llegue el Reinado de Dios a los
que no lo conocen. Que la experiencia que tiene la comunidad sobre el Reinado e
Dios llegue a toda la humanidad. Que la humanidad pase de la ambición, poder, al
Reino de Dios donde habitan la solidaridad, el servicio y la entrega.
·
Hágase tu voluntad en
la tierra como en el cielo. También se pude traducir por: “Que tu
designio del cielo se realice en la tierra”. Es el designio/proyecto de Dios
sobre la historia. Dios tiene una intención para la humanidad. Aquí se pide que
eso que está perfectamente concebido en el cielo, se realiza, aquí, en la
tierra. Hay que distinguir que la felicidad a la que Dios nos ha destinado no
solo es para la otra vida. Dios quiere que el ser humano sea feliz siempre. Con
esta petición, Jesús derriba la falsa idea de Dios.
A partir de ahora ya
no se habla de Dios, ni de la misión de la comunidad, sino de la comunidad
misma.
·
Danos hoy nuestro pan
de cada día. “Nuestro pan del
mañana dánoslo hoy”. Se trata del pan del mañana, un mañana más lejano, el de
la vida futura. Dado que el pan es sinónimo de banquete, a lo que se está
refiriendo es al banquete mesiánico. Se pide que la unión y la alegría de la
comunidad final sean un hecho en la comunidad presente, que se den hoy.
·
Perdona nuestras
ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden. “Perdona nuestras
deudas porque nosotros también perdonamos a nuestros deudores”. Es la única
petición que incluye una exigencia: quien se cierra al amor de los otros se
está cerrando al de Dios, y esto se manifiesta en el perdón. Porque amamos
perdonamos, el que no perdona no ama, y el que se cierra al amor se cierra a
Dios. No es que Dios no nos perdones hasta que nosotros no perdonemos. Somos
nosotros los que negándonos a perdonar nos cerramos todas las vías.
Mateo pone el término
deuda/falta. El pecado representa el
pasado que queda borrado por la adhesión a Jesús. Lo que se pide aquí es la
manifestación continua del amor de Dios a la comunidad, del mismo modo que en
Dios siempre hay amor hacia nosotros. Y eso se manifiesta en el perdón. Es como
decir que estamos en permanente deuda de amor con Dios y en deuda permanente
deuda de amor con los demás. “Perdónanos Padre cuando por nuestros fallos no
satisfacemos convenientemente nuestras deudas de amor” (Cfr. Mt 18,23-35,
parábola de los dos deudores).
·
No nos dejes caer en
la tentación, y líbranos del mal. “No nos dejes caer en tentación, sino
líbranos del malo”. La palabra tentación
nos está remitiendo a las tentaciones de Jesús en el desierto, el único lugar
donde en Mateo ha parecido este término. La tentación es:
o
El
ateísmo práctico. No tener en cuenta el plan de Dios sobre los hombres y sobre
Jesús, sino satisfacer la propia necesidad usando en beneficio propio las
cualidades que se tiene.
o
La
tentación del prestigio, lo espectacular, la apariencia. Es la tentación de la
irresponsabilidad.
o
Es
la tentación de la riqueza, del poder económico y militar.
El Padre nuestro termina recordando la
importancia del perdón para que no se pare la dinámica del amor.
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