domingo, 3 de marzo de 2019

SÁBADO DESPUÉS DE CENIZA


Lucas 5,27-32
27Después de esto, salió y vio a un publicano llamado Leví, sentado al mostrador de los impuestos, y le dijo: Sígueme. 28Él, dejándolo todo, se levantó y lo siguió. 29Leví ofreció en su honor un gran banquete en su casa, y estaban a la mesa con ellos un gran número de publícanos y otros. 30Y murmuraban los fariseos y sus escribas diciendo a los discípulos de Jesús: ¿Cómo es que coméis y bebéis con publicanos y pecadores? 31Jesús les respondió: No necesitan médico los sanos, sino los enfermos. 32No he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores a que se conviertan.

COMENTARIO
Jesús libera a los excluidos, a los publicanos. Los cura/sana, los llama a su seguimiento, hace familia con ellos, come con ellos.
Salió Jesús de la casa del judaísmo, que impide y dificulta la entrada del marginado. Jesús no espera a que los marginados hagan esfuerzos saltándose las barreras que la institución pone, sino que sale a buscarlos y a ponerlos en movimiento. Leví sentado, paralizado en su despacho publicano, es puesto en pie, se levantó, y se pone en movimiento, lo siguió.
Siempre es la mirada de Dios quien pone en movimiento, seguida de su palabra creadora: viole dijo.

La escena está enmarcada en un banquete en casa de Leví. Se forma una comunidad nueva en la que parecen nuevos excluidos: los fariseos y escribas. Se autoexcluían a sí mismos, al excluir a los demás. Hasta ahora, en el evangelio de Lucas, todo había sido, en una casa donde los fariseos ponían obstáculos al paso a determinada gente. Era la casa del judaísmo. Ahora están en otra casa donde la entrada está libre, pero los fariseos y escribas deciden autoexcluirse.

Jesús da una respuesta que es un intento de explicar el porqué de su conducta. Situándose en las coordenadas de los fariseos que marginan a enfermos y pecadores, y a sí mismos se consideran sanos y justos, Jesús argumenta diciendo que si las cosas son como ellos piensan, es lógico que Dios actué así: a favor de los enfermos y de los pecadores. Claro, que si a ellos les extraña que Dios actúe así será porque las cosas no son como ellos las piensan o porque si se atienen a los parámetros que ellos defienden, entonces…ellos son los enfermos injustos.

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