JUEVES SANTO. HORA SANTA

Un rato de Oración con Jesús... según San Lucas

LOS MOMENTOS

Este tiempo, este momento, es sagrado,

no porque estemos en la iglesia,

sino porque  me vincula con ese espacio sagrado que hay en mí,

en cada una de las personas, creadas a tu imagen y semejanza,

donde nadie me puede herir,

donde tampoco están las otras personas con sus exigencias, con sus juicios,

y donde mis propios reproches y debilidades

tampoco tienen espacio.

Ese es un lugar sagrado en donde habitas Tú,

Cristo, Jesús,

el hombre de Nazaret, el Hijo de Dios, Dios mismo,

Y allí donde tú habitas,  yo estoy sano, estoy curado.

En este lugar no hay espacio para el miedo, ni para la culpa,   

ni para mis fracasos o frustraciones...

porque tú me invitas a beber de la fuente de Tu propia vida:

divina, inagotable, profunda, humana.

MOMENTO DE LA CONFIANZA Y LA TENTACIÓN

³⁹Y salió Jesús, como de costumbre, al monte de los Olivos, y lo siguieron los discípulos.⁴⁰ Al llegar al sitio, les dijo:

-          Orad, para no caer en la tentación.

⁴¹Él se arrancó de ellos, alejándose como a un tiro de piedra y, arrodillado, oraba, ⁴²diciendo:

- Padre, si quieres, aparta de mí ese cáliz; pero que no se haga mi voluntad, sino la tuya.

.... PARA NO CAER EN TENTACIÓN

Padre, no nos dejes caer en la tentación de ser indiferentes ante el sufrimiento de tantos hombres y mujeres en este momento de nuestra historia:

-         de las mujeres maltratadas;

-         de los inmigrantes que vienen buscando mejores condiciones de vida;

-         de los ancianos que están solos;

-         de los niños que viven sin esperanza a causa del hambre o de la guerra;

-         de los jóvenes que bien en la frustración y en el olvido;

-         de las familias que viven sin poder llegar a final de mes;

-         de los enfermos con enfermedades incurables…

Padre, haznos solidarios, no nos dejes caer en la tentación del pasotismo, de la indiferencia, de la desgana, del desinterés…

.... ORAD

Padre, si quieres, aparta de mí ese cáliz;

pero que no se haga mi voluntad, sino la tuya.

Padre aparta de mí este trago amargo,

Aparta de mí esta angustia, este sufrimiento que me rompe el alma. 

Padre, no se haga lo que yo quiero sino lo que tú quieras.

En esto momentos se gustaría, Padre, salir huyendo,

pero sé que tu quieres que entregue mi vida hasta el final,

que entregue mi vida por amor,

con ese amor lleno de ternura y misericordia con que tu amas a los hombres, mis hermanos.

Me hubiera gustado haber triunfado, haber tenido éxito

Pero tú quieres hacer de mi vida un servicio

donde el amor venza a la injusticia,

la bondad sea más fuerte que el pecado,

la misericordia más fuerte que el poder, el odio y la injusticia.

Padre hágase tu voluntad…

MOMENTO DEL DOLOR Y DEL CONSUELO

⁴³Y se le apareció un ángel del cielo, que lo animaba. ⁴⁴ En medio de su angustia, oraba con más insistencia. Y le bajaba hasta el suelo un sudor como de gotas de sangre.

⁴⁵ Y, levantándose de la oración, fue hacia sus discípulos, los encontró dormidos por la pena, ⁴⁶ y les dijo:  - ¿Por qué dormís? Levantaos y orad, para no caer en la tentación.

De una oración judía...

Oh Dios, te doy gracias por este rato de oración

En el que soy consciente de tu presencia.

Esta conciencia, esta profunda certeza de tu Presencia es mi mayor bendición.

Por eso, derraba tu bendición, llena de bondad,

de compasión y de ternura

sobre todos los hombres y mujeres de la tierra,

sobre todo los que sufren angustia, depresión, ansiedad, desesperanza.

Derrama tu abundante bendición sobre los que se sienten solos,

traicionados, abandonados… como yo.

Derrama tu bendición sobre los que viven en el miedo,

en la frustración, en el fracaso, en la soledad,

en aquellos que no se sienten amado,

que sienten la soledad… como yo

MOMENTO DE LOS BESOS Y LA TRAICIÓN

⁴⁷ Todavía estaba hablando, cuando aparece gente; y los guiaba el llamado Judas, uno de los Doce. Y se acercó a besar a Jesús.

⁴⁸Jesús le dijo: - Judas, ¿con un beso entregas al Hijo del hombre?

Preguntas:

Judas, ¿con un beso entregas al hijo del hombre?

¿Por qué Jesús todo tu cariño ahora es pisoteado y traicionado?

¿Para qué tanta entrega y servicio si después no queda nada, nada?

¿Por qué Jesús entregar tu vida por un pueblo que intenta matarte?

¿Por qué Jesús toda la vida intentando amar buscando la aprobación de los otros?

¿Por qué tantas dudas, tanta inseguridad, tanto abandono, tanta indigencia?

¿Por qué  tanto esfuerzo inútil, tanto reproche, tanta inseguridad?

¿Por qué, para qué la oración si nadie me escucha,

para qué la amistad si vivimos  manipulados,

para que las relaciones si al final se rompen,

para qué la fe sino sirve para nada creer,

para que tanto evangelio sino nos hemos enterado

para que tanto poder si morimos en la impotencia

para que tanto dinero si no compartimos,

para que tanto hacer si solo esperamos el reconocimiento de los demás?

RECIBE SEÑOR

Recibe Señor nuestros  miedos

y transfórmalos en confianza.

Recibe nuestro sufrimiento

Y transfórmalo en crecimiento.

Recibe nuestras crisis

y transfórmalas en madurez

Recibe nuestras lágrimas

y transfórmalas en intimidad.

Recibe nuestra rabia

y transfórmala en oración.

Recibe nuestro desaliento

 y transfórmalo en fe,

Recibe nuestra soledad y transfórmala en contemplación.

Recibe nuestras amarguras y transformas en calma interior.

Recibe nuestras expectativas y transfórmalas en esperanza.

Recibe nuestra muerte y transfórmala en resurrección.

MOMENTO DE LA VIOLENCIA, DE LAS TINIEBLAS

⁴⁹ Al darse cuenta los que estaban con él de lo que iba a pasar, dijeron:  Señor, ¿herimos con la espada?

⁵⁰ Y uno de ellos hirió al criado del sumo sacerdote y le cortó la oreja derecha.  ⁵¹Jesús intervino, diciendo:  - Dejadlo, basta.

 Y, tocándole la oreja, lo curó.

⁵²Jesús dijo a los sumos sacerdotes y a los oficiales del templo, y a los ancianos que habían venido contra él: - ¿Habéis salido con espadas y palos, como a cazar un bandido? ⁵³A diario estaba en el templo con vosotros, y no me echasteis mano. Pero esta es vuestra hora: la del poder de las tinieblas.

La violencia lo rompe todo, es la hora de la noche.

La violencia corta toda posible comprensión, 

nos convierte en sordos, en estériles,

en gente sin posibilidad de transformación.

Solo cabe la entrega, la vida, la luz.

Jesús muestra el poder sanador de la entrega, de la luz, de la mañana.

Y ¿yo que elijo perder o defenderme?

Mira a Jesús, contempla a Jesús, sigue a Jesús,

Deja que el actúe en ti..

Por eso en esta noche con las palabras de Pablo te decimos:

¿Quién nos separará del amor de Dios?

¿el sufrimiento? ¿la angustia? ¿la persecución?

¿el hambre? ¿la desnudez? ¿los peligros?

¿la violencia? ¿el miedo? ¿la culpa? ¿el resentimiento?

Pero como dice la Escritura:

"Por tu causa somos muertos todo el día,

tratados como ovejas destinadas al matadero" (Salmo 43)

Pero en todo esto salimos vencedores

gracias a Aquel que nos amó.

Pues estoy seguro que ni la muerte ni la vida,

Ni el dolor ni el sufrimiento,

ni la injusticia, ni el poder,

ni el presente, ni el pasado, ni el futuro,  

ni el miedo ni la desesperanza,

ni otra criatura alguna,

podrá separarnos del amor de Dios.

Nada nos separará. Nada nos separará.  

Nada nos separará del amor de Dios.