jueves, 20 de junio de 2019

SEMANA XI


SÁBADO 22 DE JUNIO



Mateo 6,24-34
24Nadie puede servir a dos señores. Porque despreciará a uno y amará al otro; o, al contrario, se dedicará al primero y no hará caso del segundo. No podéis servir a Dios y al dinero. 25Por eso os digo: no estéis agobiados por vuestra vida pensando qué vais a comer, ni por vuestro cuerpo pensando con qué os vais a vestir. ¿No vale más la vida que el alimento, y el cuerpo que el vestido? 26Mirad los pájaros del cielo: no siembran ni siegan, ni almacenan y, sin embargo, vuestro Padre celestial los alimenta. ¿No valéis vosotros más que ellos? 27¿Quién de vosotros, a fuerza de agobiarse, podrá añadir una hora al tiempo de su vida? 28¿Por qué os agobiáis por el vestido? Fijaos cómo crecen los lirios del campo: ni trabajan ni hilan. 29Y os digo que ni Salomón, en todo su fasto, estaba vestido como uno de ellos. 30Pues si a la hierba, que hoy está en el campo y mañana se arroja al horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más por vosotros, gente de poca fe? 31No andéis agobiados pensando qué vais a comer, o qué vais a beber, o con qué os vais a vestir. 32Los paganos se afanan por esas cosas. Ya sabe vuestro Padre celestial que tenéis necesidad de todo eso. 33Buscad sobre todo el Reino de Dios y su justicia; y todo esto se os dará por añadidura. 34Por tanto, no os agobiéis por el mañana, porque el mañana traerá su propio agobio. A cada día le basta su desgracia.

COMENTARIO
24Nadie puede servir a dos señores. Porque despreciará a uno y amará al otro; o, al contrario, se dedicará al primero y no hará caso del segundo. No podéis servir a Dios y al dinero.
Está en juego la fidelidad a Dios o la idolatría. Desde la perspectiva del Reino es una contradicción pretender concordar la fidelidad a Dios con el apego al dinero.
El dinero tiene la capacidad de adueñarse de las personas. Supone prestigio, dominio, poder, fama… Sustentar la vida en la riqueza, en el lucro, en el “tener”, está radicalmente opuesto a fundamentar la vida en Dios, al proyecto de Dios de una nueva humanidad.
25Por eso os digo: no estéis agobiados por vuestra vida pensando qué vais a comer, ni por vuestro cuerpo pensando con qué os vais a vestir. ¿No vale más la vida que el alimento, y el cuerpo que el vestido? 26Mirad los pájaros del cielo: no siembran ni siegan, ni almacenan y, sin embargo, vuestro Padre celestial los alimenta. ¿No valéis vosotros más que ellos? 27¿Quién de vosotros, a fuerza de agobiarse, podrá añadir una hora al tiempo de su vida? 28¿Por qué os agobiáis por el vestido? Fijaos cómo crecen los lirios del campo: ni trabajan ni hilan. 29Y os digo que ni Salomón, en todo su fasto, estaba vestido como uno de ellos.
El discípulo que ha elegido ser pobre  no está obsesionado por lo material. De los dones recibidos de Dios, la vida es el valor supremo; el alimento está a su servicio y el cuerpo es más importante que el vestido. La opción por la pobreza no conduce a la miseria, sino que produce felicidad porque el Reinado de Dios se ejerce sobre aquellos que optan por Dios, por su evangelio.
La base de todo esto es la imagen de Dios como Padre celestial: el que ha dado lo más, también dará lo menos. De todo esto, Jesús pone dos ejemplos: los pájaros y los lirios.
Si el Padre se ocupa tan eficazmente de seres que valen mucho menos que el hombre, ¡cuánto más se ocupará de los que han renunciado a toda otra seguridad!

30Pues si a la hierba, que hoy está en el campo y mañana se arroja al horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más por vosotros, gente de poca fe? 31No andéis agobiados pensando qué vais a comer, o qué vais a beber, o con qué os vais a vestir. 32Los paganos se afanan por esas cosas. Ya sabe vuestro Padre celestial que tenéis necesidad de todo eso. 33Buscad sobre todo el Reino de Dios y su justicia; y todo esto se os dará por añadidura.
Jesús vuelve al tema inicial: no hacer de lo material la máxima preocupación como los paganos que no conocen al verdadero Dios. Si el Padre sabe lo que necesitan los suyos, su amor lo procurará.
La primera preocupación de los discípulos debe ser que se realice la justicia del Reino. Justicia y Reinado son correlativos. Justicia significa la relación entre los hombres según la voluntad de Dios expresada en Jesús Uno implica al otro, son inseparables. La fidelidad a Dios se muestra en la fidelidad al hombre, en la labor de la comunidad en el mundo.

34Por tanto, no os agobiéis por el mañana, porque el mañana traerá su propio agobio. A cada día le basta su desgracia.
Expresión de la liberación del agobio. Vivir en el presente sin agobios por el mañana. Basta que el discípulo experimente la eficacia del amor de Dios al que Jesús llamaba Padre. Está en juego tener la experiencia de Dios como Padre. Lo demás es consecuencia.

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