jueves, 20 de junio de 2019

SEMANA XI

VIERNES, 21 DE JUNIO


Mateo 6,19-23
19No atesoréis para vosotros tesoros en la tierra, donde la polilla y la carcoma los roen y donde los ladrones abren boquetes y los roban. 20Haceos tesoros en el cielo, donde no hay polilla ni carcoma que los roen, ni ladrones que abren boquetes y roban. 21Porque dónde está tu tesoro, allí está tu corazón. 22La lámpara del cuerpo es el ojo. Si tu ojo está sano, tu cuerpo entero tendrá luz; 23pero si tu ojo está enfermo, tu cuerpo entero estará a oscuras. Si, pues, la luz que hay en ti está oscura, ¡cuánta será la oscuridad!

COMENTARIO
19No atesoréis para vosotros tesoros en la tierra, donde la polilla y la carcoma los roen y donde los ladrones abren boquetes y los roban. 20Haceos tesoros en el cielo, donde no hay polilla ni carcoma que los roen, ni ladrones que abren boquetes y roban. 21Porque dónde está tu tesoro, allí está tu corazón.
Jesús insiste: no vale la pena acumular bienes materiales (tesoros de tierra): pasan, se rompen, los roban. Es mejor acumular bienes espirituales (tesoros en el cielo): amor, generosidad. No pasan, nadie los puede robar. Por eso la cuestión del dinero/riqueza es lo que pone a prueba el valor de una persona.
Examina tu actitud ante los bienes materiales y los espirituales y descubrirás la propia valía.
Se trata de la orientación íntima del ser humano, de la actitud ante lo material, y no solamente el dinero, tierras… sino a la actitud ante cualquier riqueza de este mundo: vida, salud, fuerza, belleza. Ante cualquier riqueza terrena, Jesús invita a no vivirlo desde la ambición o el almacenamiento. Están para disfrutar y compartir. Es cuestión de saber desprenderse. Intentar que lo pasajero permanezca es vivir en el desasosiego, no disfrutar del presente ni remediar el futuro.
 22La lámpara del cuerpo es el ojo. Si tu ojo está sano, tu cuerpo entero tendrá luz; 23pero si tu ojo está enfermo, tu cuerpo entero estará a oscuras. Si, pues, la luz que hay en ti está oscura, ¡cuánta será la oscuridad!
La actitud correcta es la generosidad. Solo el que vive la vida con esta actitud está en la luz. Jesús parte de un hecho real: a la persona, la luz le viene por el ojo. Y continúa con dos giros del lenguaje:
·         La generosidad es como el ojo sano/sencillo;
·         La tacañería es como el ojo enfermo.
En la relación íntima con los bienes terrenales, tesoros de la tierra, la persona se juega su ser, vivir iluminado o en tinieblas. Por eso la actitud del seguidor es la generosidad, el desprendimiento, la entrega.

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