lunes, 3 de junio de 2019

TIEMPO DE PASCUA. SEMANA VII

VIERNES, 7 DE JUNIO


Juan 21,15-19
15Después de comer, Jesús dijo a Simón Pedro: Simón, hijo de Juan, ¿me amas más que estos?
Pedro le contestó: Sí, Señor, tú sabes que te amo.
Jesús le dijo: ¡Apacienta mis corderos!
16Por segunda vez le preguntó: Simón, hijo de Juan, ¿me amas? Él le respondió: Sí, Señor, tú sabes que te amo. Jesús le dijo: ¡Apacienta mis ovejas!
17Por tercera vez le preguntó: Simón, hijo de Juan, ¿me amas?
Pedro se entristeció porque le había preguntado por tercera vez si lo amaba, y le respondió: Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te amo. Jesús le dijo: ¡Apacienta mis ovejas!
18Te aseguro que cuando eras más joven, tú mismo te sujetabas la túnica con el cinturón e ibas adonde querías; pero cuando seas viejo, extenderás tus manos, otro te la sujetará y te llevará adonde tú no quieras.
19Dijo esto para indicar con qué muerte iba a glorificar a Dios. Después añadió: ¡Sígueme!

COMENTARIO
Jesús, como antes a Tomás, cura de raíz a Pedro y lo llama a renunciar, sucesivamente, primero a su deseo de autosuficiencia, a su omnipotencia. Ha fijado su confianza en su poder, pero es el único discípulo que lo ha negado, por eso sabe que no puede decir que él es más que nadie.
                                                
Pedro le contestó: Sí, Señor, tú sabes que te amo. Tú sabes, ya no se fía de sí, sino de Jesús.
Jesús le dijo: ¡Apacienta mis corderos! Procura alimentos a mis corderos, a los pequeños.
Jesús invita a Pedro, en un 2º momento, a cambiar su mentalidad de súbdito por la mentalidad basada en la relación de amor.
La presunta de Jesús es más breve pero más incisiva. Quiere decir, ¿Te identificas conmigo? ¿Dejas de tener mentalidad de súbdito/señor, de creer que todo se soluciona con la fuerza, de intentar hacer las cosas a tu modo, de creer que lo esencial es dar la vida por mí?

El Resucitado invita a Pedro a pastorear, conducir, defender, a entregarse a a mis ovejas, a los adultos, enel sentido de los peces grandes. Jesús propone a Pedro, en un 3º momento, a seguir el camino de la entrega y la debilidad en vez del camino del triunfo y la fuerza.

Pedro se entristeció. Está en paralelo con el lloró amargamente de la 3ª negación, que aparece en los otros evangelistas pero no en Jn. Jn no ha descrito reacción alguna de Pedro ante las negaciones cuando cantó el gallo. Es ahora Pedro cuando se da cuenta cabal de lo que hizo y de su equivocación, de ahí su tristeza. Hasta ahora Pedro se ha ido apoyando en el discípulo-modelo, a partir de ahora él ha de seguir su camino. Es tu momento. ¡Sígueme! (v.19). Hasta este momento Pedro no había sido llamo a seguir a Cristo en todo el evangelio.

Jesús le anuncia a Pedro lo que va a significar su aceptación. De joven iba donde quería, sin orientación, en pasado, cuando sea viejo, en futuro, irá donde no quiera. Pedro ya no está sin orientación, como en el pasado, ahora aunque le cueste, presente, solo queda aceptar la suerte que le espera en el seguimiento. Jesús añade que dará su vida en la cruz como Él la ha dado. Extender los brazos hace referencia a los que iban a ser crucificados pues iban con los brazos extendidos sobre el travesero de la cruz. Otro te ceñirá y te llevara se refiere a los crucificados que iban con una cuerda atada a la cintura de la que eran conducidos hacia el suplicio.

La muerte de Pedro, como la de Jesús, como la de todos, no va a ser una derrota, sino que manifestará la gloria de Dios. La muerte de Pedro será su resurrección.

Dijo esto... Ahora que Pedro sabe el final del camino, Jesús le invita a comenzarlo. Donde yo voy no puedes venir todavía, me seguirás más tarde, (Jn 13,36), es a este momento al que se refería Jesús.

Es la misma invitación que Jesús hizo a Felipe y a los otros al principio del evangelio (1,37). Pedro hasta ahora no lo había seguido. 

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