VIERNES, 7 DE JUNIO
Juan
21,15-19
15Después de comer, Jesús dijo a Simón Pedro: Simón, hijo de Juan,
¿me amas más que estos?
Pedro le
contestó: Sí, Señor, tú sabes que te amo.
Jesús le
dijo: ¡Apacienta mis corderos!
16Por segunda vez le preguntó: Simón, hijo de Juan, ¿me amas? Él le respondió:
Sí, Señor, tú sabes que te amo. Jesús le dijo: ¡Apacienta mis ovejas!
17Por tercera vez le preguntó: Simón, hijo de Juan, ¿me amas?
Pedro se
entristeció porque le había preguntado por tercera vez si lo amaba, y le
respondió: Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te amo. Jesús le dijo:
¡Apacienta mis ovejas!
18Te aseguro que cuando eras más joven, tú mismo te sujetabas la
túnica con el cinturón e ibas adonde querías; pero cuando seas viejo,
extenderás tus manos, otro te la sujetará y te llevará adonde tú no quieras.
19Dijo esto para indicar con qué muerte iba a glorificar a Dios.
Después añadió: ¡Sígueme!
COMENTARIO
Jesús, como antes a Tomás, cura de raíz a
Pedro y lo llama a renunciar, sucesivamente, primero a su deseo de
autosuficiencia, a su omnipotencia. Ha fijado su confianza en su poder, pero es
el único discípulo que lo ha negado, por eso sabe que no puede decir que él es
más que nadie.
Pedro le
contestó: Sí, Señor, tú sabes que te amo. Tú sabes, ya no se fía de sí, sino de
Jesús.
Jesús le
dijo: ¡Apacienta mis corderos! Procura alimentos a mis corderos, a los
pequeños.
Jesús invita a Pedro, en un 2º momento, a
cambiar su mentalidad de súbdito por la mentalidad basada en la relación de
amor.
La presunta de Jesús es más breve pero más
incisiva. Quiere decir, ¿Te identificas conmigo? ¿Dejas de tener mentalidad de
súbdito/señor, de creer que todo se soluciona con la fuerza, de intentar hacer
las cosas a tu modo, de creer que lo esencial es dar la vida por mí?
El Resucitado invita a Pedro a pastorear,
conducir, defender, a entregarse a a mis ovejas, a los adultos, enel sentido de
los peces grandes. Jesús propone a Pedro, en un 3º momento, a seguir el camino
de la entrega y la debilidad en vez del camino del triunfo y la fuerza.
Pedro se entristeció. Está en paralelo con el
lloró amargamente de la 3ª negación, que aparece en los otros evangelistas pero
no en Jn. Jn no ha descrito reacción alguna de Pedro ante las negaciones cuando
cantó el gallo. Es ahora Pedro cuando se da cuenta cabal de lo que hizo y de su
equivocación, de ahí su tristeza. Hasta ahora Pedro se ha ido apoyando en el
discípulo-modelo, a partir de ahora él ha de seguir su camino. Es tu momento.
¡Sígueme! (v.19). Hasta este momento Pedro no había sido llamo a seguir a Cristo
en todo el evangelio.
Jesús le anuncia a Pedro lo que va a
significar su aceptación. De joven iba donde quería, sin orientación, en
pasado, cuando sea viejo, en futuro, irá donde no quiera. Pedro ya no está sin
orientación, como en el pasado, ahora aunque le cueste, presente, solo queda
aceptar la suerte que le espera en el seguimiento. Jesús añade que dará su vida
en la cruz como Él la ha dado. Extender los brazos hace referencia a los que
iban a ser crucificados pues iban con los brazos extendidos sobre el travesero
de la cruz. Otro te ceñirá y te llevara se refiere a los crucificados que iban
con una cuerda atada a la cintura de la que eran conducidos hacia el suplicio.
La muerte de Pedro, como la de Jesús, como la
de todos, no va a ser una derrota, sino que manifestará la gloria de Dios. La
muerte de Pedro será su resurrección.
Dijo
esto...
Ahora que Pedro sabe el final del camino, Jesús le invita a comenzarlo. Donde
yo voy no puedes venir todavía, me seguirás más tarde, (Jn 13,36), es a este
momento al que se refería Jesús.
Es la misma invitación que Jesús hizo a
Felipe y a los otros al principio del evangelio (1,37). Pedro hasta ahora no lo
había seguido.
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