martes, 9 de julio de 2019

SEMANA XIV


MIÉRCOLES 10 DE JULIO


Mateo 10,1-7
10 1Llamó a sus doce discípulos y les dio autoridad para expulsar espíritus inmundos y curar toda enfermedad y toda dolencia. 2Estos son los nombres de los doce apóstoles: el primero, Simón, llamado Pedro, y Andrés, su hermano; Santiago, el de Zebedeo, y Juan, su hermano; 3Felipe y Bartolomé, Tomás y Mateo el publicano; Santiago el de Alfeo, y Tadeo; 4Simón el de Caná, y Judas Iscariote, el que lo entregó. 5A estos doce los envió Jesús con estas instrucciones: No vayáis a tierra de paganos ni entréis en las ciudades de Samaría, 6sino id a las ovejas descarriadas de Israel. 7Id y proclamad que ha llegado el Reino de los cielos.

COMENTARIO
10 1Llamó a sus doce discípulos y les dio autoridad para expulsar espíritus inmundos y curar toda enfermedad y toda dolencia.
Mateo no describe la institución de los Doce. Su puesto lo ocupan las bienaventuranzas, donde establece el estatuto de la nueva alianza y, por tanto, funda el nuevo Israel. Sus doce discípulos, nombrados por primera vez, son, la figura representativa del Israel mesiánico. El número doce alude a la plenitud escatológica de Israel. En su estadio final, el pueblo elegido comprende tanto a israelitas como a «pecadores» e incluirá también a los paganos.
Para la misión, los hace participar de su autoridad sobre los espíritus inmundos. Es la primera vez que aparece en Mateo esta expresión. Jesús capacita a los discípulos para vencer la resistencia al mensaje opuesta por las ideologías que dominan al hombre.
Según la construcción del texto, parece que los espíritus inmundos están también en relación con las enfermedades. Esto mostraría que estas enfermedades son efecto de la adhesión a ideologías contrarias al plan de Dios.

2Estos son los nombres de los doce apóstoles: el primero, Simón, llamado Pedro, y Andrés, su hermano; Santiago, el de Zebedeo, y Juan, su hermano; 3Felipe y Bartolomé, Tomás y Mateo el publicano; Santiago el de Alfeo, y Tadeo; 4Simón el de Caná, y Judas Iscariote, el que lo entregó.
Los doce discípulos son llamados ahora los doce apóstoles o enviados (solo aquí en Mt): la misión es propia de todo discípulo de Jesús, y que todo el Israel mesiánico está llamado a la misión de pescadores de hombres, anunciada a Simón y Andrés en 4,19.
El Israel mesiánico se concreta en doce nombres, entre los cuales:
·         Destaca Simón, al que llamaban Piedra / Pedro. De nuevo aparece esta cláusula (cf. 4,18) que menciona el sobrenombre de Simón, sin que se explique su origen.
·         Pedro y los tres siguientes, Andrés, Santiago y Juan, se mencionan en el mismo orden de 4,18-22, explicitando también el parentesco que los une.
·         Sigue un grupo de siete, de los cuales el único conocido es Mateo el recaudador (9,9). La inclusión de este pecador en la lista de los doce anuncia la integración de los paganos en el Israel mesiánico. Para Mateo la comunidad cristiana universal es la plenitud de Israel.
o   Los demás de este grupo de siete no han sido nombrados antes ni lo serán después en el relato evangélico.
o   Representan el pueblo anónimo que da su adhesión a Jesús.
o   El último de los siete se llama, como Pedro, Simón, (aquí se ha traducido por el de Caná) y está caracterizado por el calificativo el fanático o zelota, por pertenecer, como Simón Pedro (8,14s), a círculos nacionalistas exaltados.
·         El último de la lista es Judas Iscariote, el traidor. Su figura volverá a aparecer en el relato de la pasión (Mt 26,14.25.47; 27,3).

5A estos doce los envió Jesús con estas instrucciones: No vayáis a tierra de paganos ni entréis en las ciudades de Samaría, 6sino id a las ovejas descarriadas de Israel. 7Id y proclamad que ha llegado el Reino de los cielos.
Jesús envía a los Doce, es decir, al Israel mesiánico que representa a todos sus discípulos, dándoles instrucciones para la misión. Por el momento, limita esta a Israel, que se encuentra en situación lastimosa. No ha llegado aún la hora de la misión universal. La proclamación de los Doce tiene el mismo contenido que la de Jesús (4,17), pero sin la exhortación a la enmienda. Dan escuetamente la buena noticia. Su proclamación va acompañada de toda clase de señales. El significado de estas es el mismo que el de las realizadas por Jesús. Él ha resucitado a la hija del jefe, ha limpiado a un leproso, ha curado enfermos, ha expulsado demonios. El significado es liberar a los habitantes de Galilea de las doctrinas que los tienen postrados y privados de vida. Estas obras se realizan con las ovejas descarriadas de Israel.

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