JUEVES 18 DE JULIO
Mateo 11,28-30
28Venid a mí
todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré. 29Tomad
mi yugo sobre vosotros y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y
encontraréis descanso para vuestras almas. 30Porque mi yugo es
llevadero y mi carga ligera.
COMENTARIO
Es
una invitación a los cansados y agobiados
por esa ley de sabios y entendidos. Además, no proporciona el verdadero
conocimiento de Dios como Padre que acoge a todos, sino un juez que discrimina
a casi todos.
Jesús
hace una invitación a cambiar de yugo,
a romper con el yugo, a romper con otros maestros. Es otro modo de hablar, por
comparación al yugo insoportable y discriminatorio de la ley. El yugo de la ley
era abrumador, ridículo y neurótico, conducía a una moral sin alegría. Jesús
propone, en cambio, el servicio en la alegría y la amistad. En la familia no
hay leyes, todas las obligaciones surgen como servicio y se realizan con
alegría y entrega. Siguen siendo yugo y
carga, pero no lo son porque uno no lo toma así, ya que lo hace por amor,
servicio y entrega total. Por eso, aunque sea mucho lo que uno haga (nada es
tan productivo como el amor), le parece suave, porque lo realiza con amor.
29Tomad mi yugo sobre vosotros y aprended de mí, que soy
manso y humilde de corazón, y encontraréis descanso para vuestras almas. 30Porque
mi yugo es llevadero y mi carga ligera.
En
las Bienaventuranzas, Jesús proclama: Dichosos
los mansos/humildes, porque heredaran la tierra Mt 5,4. Ahora Él es el
ejemplo de humildad. Humildad viene de “humus” que significa tierra. Humilde es
el humano. Jesús es compasivo y humano. Es Dios con un corazón humano. El
mensaje de Jesús es descanso después de la fatiga del pasado –ley antigua-. Los
sabios y entendidos no comprenden ni el mensaje ni al Mensajero.
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