SEMANA V DEL TIEMPO ORDINARIO
DOMINGO
CAMPAÑA CONTRA EL HAMBRE. MANOS UNIDAS
Marcos
1,29-39
29Y enseguida, al salir ellos de la sinagoga, fue con
Santiago y Juan a la casa de Simón y Andrés.
30La suegra de Simón estaba en cama con fiebre, e
inmediatamente le hablaron de ella. 31Él se acercó, la cogió de la
mano y la levantó. Se le pasó la fiebre y se puso a servirles.
32Al anochecer, cuando se puso el sol, le llevaron todos
los enfermos y endemoniados. 33La población entera se agolpaba a la
puerta. 34Curó a muchos enfermos de diversos males y expulsó muchos
demonios; y como los demonios lo conocían, no les permitía hablar.
35Se levantó de madrugada, cuando todavía estaba muy
oscuro, se marchó a un lugar solitario y allí se puso a orar. 36Simón
y sus compañeros fueron en su busca y, 37al encontrarlo, le dijeron:
Todo el mundo te busca. 38Él les responde: Vámonos a otra parte, a
las aldeas cercanas, para predicar también allí;que para eso he salido. 39Así
recorrió toda Galilea, predicando en sus sinagogas y expulsando los demonios.
1. COMENTARIO
Liberados los fanáticos adictos a la
institución (Cfr. Domingo anterior), toca ahora liberar de las
fiebres/fuego/celo a los contrarios, a los que han roto con la institución
hasta el punto que no participan de ella, como Pedro y Andrés. Jesús ha ido a
la sinagoga, pero no todos estaban allí. También a esos hay que liberar. Jesús
libera a todos a los que van a misa, a los que no van, e incluso a los que han
sido excluidos de su participación.
Vamos a ver el texto según los personajes y
las horas del día:
-
La suegra de Pedro en
cama con fiebre:
Es una casa que ha roto con la tradición y no tienen perspectiva de vida. La
única mujer es una madre “política” y encima está postrada en cama. El problema de esta casa es político. La casa de Pedro
pertenece a los que esperaban a un Mesías reformador. La fiebre es de poder, de querer controlar. Es la tentación de querer
arreglar las cosas, cambiar las situaciones, siempre llenas de injusticia, por
medio del poder, del control de las personas.
-
Reacción de Jesús. Hay cinco verbos
que indican cinco acciones: se acercó, la
cogió, la levantó, se le pasó, se puso a servirles. La liberación es a
través de gestos. Se podría decir: "como tu fiebre te ha impedido acercarte
a mí, yo me acerco a ti; y te transmito fuerza a través de la mano, tienes las
manos inservibles para el servicio, estás como muerta, por eso, te
levanto/resucito".
-
Al anochecer... a la puesta del sol. Indica
el final del sábado y marca que están sujetos a la institución. En Marcos esta
simbología se refiere no a la belleza del atardecer, sino a la oscuridad, a las
tinieblas símbolo de la incomprensión de los discípulos y de la gente respecto
a la actuación de Jesús.
No estamos delante de un texto histórico sino
de un texto catequético, no se trata de enfermedades de centro médico, sino de
las otras. La historia real es que a Jesús acudió mucha gente en busca de todo
eso, porque era “atractivo”, entregado, desenmascaraba la falsedad, creaba
vida.
-
Se levantó de madrugada... todavía estaba
muy oscuro, se marchó a un lugar solitario y allí se puso a orar.
Aquel día que comenzó en el lugar de oración
pública y comunitaria (la sinagoga), acaba ahora con la oración privada y
solitaria. De madrugada nos indica
que seguimos con la falta de luz de antes, bajo el signo de la incomprensión.
¿Qué rezaría? Por el contexto podemos decir
que su oración estaría centrada en pedir fuerza para seguir su camino, ante la
tentación de liderazgo, fama y poder. Fuerza para seguir curando y liberando
demonios del ser humano, de la opresión interna y externa. Jesús pediría al
Padre luz para los suyos, para el pueblo en general y para la institución, a
fin de que descubrieran cuál es el camino del Reino.
2. ORACIÓN. UN DÍA EN LA
VIDA DE JESÚS
Aquel día Jesús, no
fue especial ni distinto.
La tarea era clara:
la cruz.
Con la mirada hacia
arriba, hacia el cielo, con el Padre,
como el palo
vertical.
Y con la mirada de
frente, hacia los necesitados,
como el palo
transversal.
Dedicado todo el
día a los más necesitados,
a liberar a los
enfermos de poder,
a los debilitados
por la mentalidad de poder,
a los afligidos por
“los espíritu inmundos”,
a los sufrientes,
víctimas de los abusos de poder,
a los poseídos por
la fiebre de las reformas violentas,
sin alternativas,
a los postrados por
el fuego de la ambición,
incapaces de
servir.
Y al anochecer,
cuando se siente la incomprensión de haber
servido,
la oscuridad de haber curado sin satisfacción
alguna,
la de haber amado sin obtener respuesta
esperada;
cuando se anuncia la Buena nueva y aparece el
rechazo,
la crítica, la indiferencia, hasta casi el desprecio...
se puso a orar: Padre, no se haga lo que yo quiero, sino lo que tú quieres.
3. REFLEXIÓN
Asistimos de
nuevo a numerosas "curaciones" de Jesús. Siete veces se nombran diversos
términos para expresar el sufrimiento: fiebre,
enfermos, endemoniados. Leído de forma
literal, aquello debería parecer una consulta ambulatoria con el objetivo
de provocar la atención del lector. Pero leído de forma simbólica, teológica o desde la fe, afirmamos que es de
nosotros, de nuestra mentalidad de la que se está hablando.
Una vez
alguien me dijo: lo que te está haciendo
sufrir es la creencia que te está fastidiando. Y cada vez que leo estos
relatos, de los llamados "milagros", recuerdo esta afirmación. ¿Qué
es lo que postra a la suegra de Pedro sino la creencia de que a través del
poder se puede conseguir la felicidad? ¿Que son los espíritus inmundos sino personas oprimidas por la
ideología/creencia dominante?
La intención
de estos escritos no es convertirlos en un tratado de psicología, pero si
descubrir las consecuencias psicológicas que el evangelio, como fuente de
sanación integral, tiene para la persona. ¿Cómo no me va a curar, sanar o
afectar el evangelio cuando puedo acercarme a la persona más cariñosa, más
humana, y más divina que ha existido y existe?
Desde la
psicología cognitiva, afirmamos que el sufrimiento proviene de nuestra manera
de interpretar la realidad. Un mismo
acontecimiento puede ser interpretado de maneras diferentes según la visión de
las personas, e incluso el mismo hecho puede ser interpretado por la misma
persona de manera diferente según su estado de ánimo provocado por el
pensamiento de esa persona.
Todo ser
humano tiene un sistema de ideas, un
armazón mental, desde el que interpreta la realidad. Según el pensamiento así
es la emoción y de aquí la reacción. Por tanto, cuando aparezca el sufrimiento,
observa tu pensamiento, cámbialo si quieres que el nivel de sufrimiento
disminuya, y puedas acercarte con paz a la realidad.
Lo que
aparece claro es que no son los acontecimientos los que nos hacen sufrir, sino
nuestra manera de interpretarlos. Así como nuestras emociones dependen de
nuestra forma de ver la vida. Estas
afirmaciones están en la base de muchos de los comentarios que, en este apartado,
proponemos a lo largo de este libro.
Siempre
mantendré que la psicología no tiene la última palabra, pero si afirmo que nos
ayuda a llevar una vida más sana, más humana y más evangélica. Como muestra un
botón: ¿Qué es lo que retenía en la cama a la suegra de Pedro? ¿La fiebre del termómetro?
Vale. Pero no creo que eso impida servir a los demás. Lo que sí es un obstáculo
es la creencia de que el poder es la mejor manera de solucionar las cosas. Esto
es bastante más paralizador que la fiebre física. Y lo que es peor: no valorar
el servicio como medio de transformación de la sociedad.

Creo que el sufrimiento enferma el corazón y Jesús nos invita a cambiar nuestras pensamientos y actitudes, nos tiende la mano, con sus enseñanzas nos ayuda a sanarnos, usando la tolerancia para cambiar nuestros pensamientos negativos hacia los demás y la actitud para servir a los demás. ¿Por qué nos enredamos tanto, cuando nos da la clave de la felicidad en su nueva noticia?
ResponderEliminarCreo que el sufrimiento enferma el corazón y Jesús nos invita a cambiar nuestras pensamientos y actitudes, nos tiende la mano, con sus enseñanzas nos ayuda a sanarnos, usando la tolerancia para cambiar nuestros pensamientos negativos hacia los demás y la actitud para servir a los demás. ¿Por qué nos enredamos tanto, cuando nos da la clave de la felicidad en su nueva noticia?
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