domingo, 3 de julio de 2016

SEMANA XIV DEL TIEMPO ORDINARIO
JUEVES

7 DE JULIO


Mateo 10,7-15
7Id y proclamad que ha llegado el Reino de los cielos. 8Curad enfermos, resucitad muertos, limpiad leprosos, arrojad demonios. Gratis habéis recibido, dad gratis.
9No os procuréis en la faja oro, plata ni cobre; 10ni tampoco alforja para el camino, ni dos túnicas, ni sandalias, ni bastón; bien merece el obrero su sustento. 11Cuando entréis en una ciudad o aldea, averiguad quién hay allí de confianza y quedaos en su casa hasta que os vayáis. 12Al entrar en una casa, saludadla con la paz; 13si la casa se lo merece, vuestra paz vendrá a ella. Si no se lo merece, la paz volverá a vosotros.
14Si alguno no os recibe o no escucha vuestras palabras, al salir de su casa o de la ciudad, sacudid el polvo de los pies. 15En verdad os digo que el día del juicio les será más llevadero a Sodoma y Gomorra, que a aquella ciudad.

COMENTARIO
7Id y proclamad que ha llegado el Reino de los cielos. 8Curad enfermos, resucitad muertos, limpiad leprosos, arrojad demonios. Gratis habéis recibido, dad gratis.
La proclamación de los Doce tiene el mismo contenido que la de Jesús (4,17), pero sin la exhortación a la enmienda. Dan escuetamente la buena noticia. Su proclamación va acompañada de toda clase de señales. El significado de estas es el mismo que el de las realizadas por Jesús. Él ha resucitado a la hija del jefe, ha limpiado a un leproso, ha curado enfermos, ha expulsado demonios. El significado es liberar a los habitantes de Galilea de las doctrinas que los tienen postrados y privados de vida. Estas obras se realizan con las ovejas descarriadas de Israel.
Pero Jesús añade ahora un aviso: la idea de lucro ha de estar ausente de esta actividad. Dad gratis, lo recibido gratis. Sin segundas intenciones.

9No os procuréis en la faja oro, plata ni cobre; 10ni tampoco alforja para el camino, ni dos túnicas, ni sandalias, ni bastón; bien merece el obrero su sustento.
La opción por la pobreza que ha hecho el discípulo ha de ser bien visible:
·         No deben llevar dinero alguno, tampoco provisiones (alforja), ni dos túnicas o sandalias, como la gente  acomodada.
·         La prohibición de llevar bastón simboliza la renuncia a toda violencia, incluso en defensa propia (cf. 5,39).
·         El desprendimiento absoluto del discípulo se funda en su confianza de que no faltará el sustento.
Jesús los exhorta a la confianza que había de tener el discípulo en el Padre del cielo (6,25-34). La misión es un trabajo por el que se busca que reine la justicia del Padre (6,33); este se ocupará de lo demás.

11Cuando entréis en una ciudad o aldea, averiguad quién hay allí de confianza y quedaos en su casa hasta que os vayáis. 12Al entrar en una casa, saludadla con la paz; 13si la casa se lo merece, vuestra paz vendrá a ella. Si no se lo merece, la paz volverá a vosotros.
14Si alguno no os recibe o no escucha vuestras palabras, al salir de su casa o de la ciudad, sacudid el polvo de los pies. 15En verdad os digo que el día del juicio les será más llevadero a Sodoma y Gomorra, que a aquella ciudad.

Se merece recibir al enviado quien está abierto al mensaje del Reino, es decir, los que no se conforman con la situación existente. Los Doce enviados son mensajeros de paz y trabajar por ella es su labor. Esto se refleja en su saludo. Hay, sin embargo, quienes rechazan este mensaje. En tal caso los enviados deben desentenderse de ellos con un gesto simbólico, sacudid el polvo de los pies, usado al abandonar tierra pagana. Jesús anuncia un juicio que será más severo para los que no acogen el anuncio del Reino, que para las ciudades paganas proverbialmente malditas.

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