JUEVES
7 DE JULIO
Mateo 10,7-15
7Id y proclamad que ha llegado el Reino de los cielos. 8Curad
enfermos, resucitad muertos, limpiad leprosos, arrojad demonios. Gratis habéis
recibido, dad gratis.
9No os procuréis en la faja oro, plata ni cobre; 10ni
tampoco alforja para el camino, ni dos túnicas, ni sandalias, ni bastón; bien
merece el obrero su sustento. 11Cuando entréis en una ciudad o
aldea, averiguad quién hay allí de confianza y quedaos en su casa hasta que os
vayáis. 12Al entrar en una casa, saludadla con la paz; 13si
la casa se lo merece, vuestra paz vendrá a ella. Si no se lo merece, la paz
volverá a vosotros.
14Si alguno no os recibe o no escucha vuestras palabras,
al salir de su casa o de la ciudad, sacudid el polvo de los pies. 15En
verdad os digo que el día del juicio les será más llevadero a Sodoma y Gomorra,
que a aquella ciudad.
COMENTARIO
7Id y proclamad que ha llegado el Reino de los cielos. 8Curad
enfermos, resucitad muertos, limpiad leprosos, arrojad demonios. Gratis habéis
recibido, dad gratis.
La
proclamación de los Doce tiene el mismo contenido que la de Jesús (4,17), pero
sin la exhortación a la enmienda. Dan escuetamente la buena noticia. Su
proclamación va acompañada de toda clase de señales. El significado de estas es
el mismo que el de las realizadas por Jesús. Él ha resucitado a la hija del
jefe, ha limpiado a un leproso, ha curado enfermos, ha expulsado demonios. El
significado es liberar a los habitantes de Galilea de las doctrinas que los
tienen postrados y privados de vida. Estas obras se realizan con las ovejas descarriadas de Israel.
Pero
Jesús añade ahora un aviso: la idea de lucro ha de estar ausente de esta
actividad. Dad gratis, lo recibido gratis. Sin segundas intenciones.
9No os
procuréis en la faja oro, plata ni cobre; 10ni tampoco alforja para
el camino, ni dos túnicas, ni sandalias, ni bastón; bien merece el obrero su
sustento.
La
opción por la pobreza que ha hecho el discípulo ha de ser bien visible:
·
No deben llevar
dinero alguno, tampoco provisiones (alforja), ni dos túnicas o sandalias, como
la gente acomodada.
·
La prohibición de
llevar bastón simboliza la renuncia a toda violencia, incluso en defensa propia
(cf. 5,39).
·
El
desprendimiento absoluto del discípulo se funda en su confianza de que no
faltará el sustento.
Jesús
los exhorta a la confianza que había de tener el discípulo en el Padre del
cielo (6,25-34). La misión es un trabajo por el que se busca que reine la
justicia del Padre (6,33); este se ocupará de lo demás.
11Cuando entréis en una ciudad o aldea, averiguad quién
hay allí de confianza y quedaos en su casa hasta que os vayáis. 12Al
entrar en una casa, saludadla con la paz; 13si la casa se lo merece,
vuestra paz vendrá a ella. Si no se lo merece, la paz volverá a vosotros.
14Si alguno no os recibe o no escucha vuestras palabras,
al salir de su casa o de la ciudad, sacudid el polvo de los pies. 15En
verdad os digo que el día del juicio les será más llevadero a Sodoma y Gomorra,
que a aquella ciudad.
Se merece recibir al enviado quien está abierto al mensaje del
Reino, es decir, los que no se conforman con la situación existente. Los Doce
enviados son mensajeros de paz y
trabajar por ella es su labor. Esto se refleja en su saludo. Hay, sin embargo, quienes rechazan este mensaje. En tal
caso los enviados deben desentenderse de ellos con un gesto simbólico, sacudid el polvo de los pies, usado al
abandonar tierra pagana. Jesús anuncia un juicio que será más severo para los
que no acogen el anuncio del Reino, que para las ciudades paganas
proverbialmente malditas.
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