"Aquello que no eres capaz de aceptar es la única causa de tu
sufrimiento. Sufres porque no aceptas lo que te va ocurriendo a lo largo dela
vida y porque tu ego te hace creer
que puedes cambiar la realidad externa para adecuarla a tus propios deseos y necesidades
egoístas y egocéntricas.
La verdad es que lo único que sí puedes cambiar es
la interpretación que haces de los
acontecimientos en sí, conociendo y comprendiendo como funciona tu mente.
Si tu interpretación del hecho te supone sufrimiento
es que actúas movido por la ignorancia;
si te deja paz interior o te trae armonía y satisfacción, no cabe duda de que actúas
movido por la sabiduría.
Ante el sufrimiento, el miedo, la tristeza y la angustia,
hazte una simple pregunta: ¿qué es lo
que no estoy aceptando? La respuesta te hará comprender que la limitación
que origina todas estas desagradables reacciones está en tu propia mente y no
en ninguna otra parte.
En realidad, nadie puede hacerte daño. Tu mentalidad
es la única responsable de tu malestar interior, por mucho que te esfuerces en
buscar culpables fuera de ti mismo.
Cuando compruebas la veracidad de esta afirmaciones
a través de tu experiencia personal, dejas de intentar cambiar la realidad
externa para acomodarla a tus exigencias
de tu ego y comienzas a trabajar sobre sobre tu realidad interna para aprender a aceptarla tal y como es. A partir
de entonces comprendes que has venido al mundo a aprender a ser feliz y aceptar y amar a los demás tal como son. Este es el
llamado camino espiritual"
Hola Santiago. Estoy de acuerdo contigo sólo a medias. Es cierto que hay cosas que en la vida suceden y no podemos controlar, de manera que la aceptación de las mismas es la única solución para soportarlas. Esto parte de la base de que somos capaces (con gran esfuerzo) de controlar nuestros sentimientos y pensamientos negativos, transformándolos en positivos, lo cual nos ayuda a protegernos y sufrir menos. Pero esta teoría es aceptable, en mi opinión, únicamente en los casos sobrevenidos de problemas irresolubles, como puede ser la enfermedad, la muerte o la forma de ser de los demás, por poner algún ejemplo.
ResponderEliminarSin embargo, yo creo que has olvidado que la vida se compone de pequeñas y continuas decisiones que debemos tomar, ejerciendo así nuestro libre albedrío. Cuando la realidad que nos rodea es susceptible de cambios y no nos gusta, sería inmoral no tratar de cambiarla, ¿no crees? En ese caso la aceptación se convertiría en inmovilismo y pasividad, todo lo contrario del buen "camino espiritual". Debemos recordar que también Jesús trató de cambiar la "realidad externa" multitud de veces a lo largo de su vida, pienso que precisamente su ejemplo es el de la "no aceptación" por antonomasia.
Un saludo.