SÁBADO
9 DE DICIEMBRE
Mateo 9,35-10, 1.6-8
35Jesús recorría todas las ciudades y aldeas, enseñando en
sus sinagogas, proclamando el evangelio del reino y curando toda enfermedad y
toda dolencia.
36Al ver a las muchedumbres, se compadecía de ellas, porque
estaban extenuadas y abandonadas, como ovejas que no tienen pastor. 37Entonces
dice a sus discípulos: La mies es abundante, pero los trabajadores son pocos; 38rogad,
pues, al Señor de la mies que mande trabajadores a su mies.
10 1Llamó a sus doce discípulos y les dio
autoridad para expulsar espíritus inmundos y curar toda enfermedad y toda
dolencia.... 6sino id a las ovejas descarriadas de Israel. 7Id
y proclamad que ha llegado el reino de los cielos.
8Curad enfermos, resucitad muertos, limpiad leprosos,
arrojad demonios. Gratis habéis recibido, dad gratis.
1. COMENTARIO
Estos versículos constituyen la introducción
a la misión de los discípulos y describe la lastimosa situación de Israel a los
ojos de Jesús. Se abre con un sumario de la actividad de Jesús, que describe su
labor incansable:
·
En
las sinagogas expone su mensaje apoyándose en la Escritura.
·
Fuera
de las sinagogas proclama la buena noticia de la cercanía del reinado de Dios.
·
Cura
a todos los enfermos, como señal de la plena salvación que el reino ofrece al
hombre.
Las
muchedumbres están como ovejas sin pastor es una frase que alude a Números 27,17,
donde Moisés nombra a Josué precisamente para que el pueblo no se disperse.
Nadie se ocupa de este pueblo que se encuentra en situación desesperada.
Ante esto, Jesús expone la situación a sus
discípulos. Usa un término que significa mies
y siega. Se usa en la parábola del trigo y la cizaña Mt 13,30.39, aplicado
a la separación final entre buenos y malvados, y la siega se atribuye a los ángeles. Los trabajadores de que habla
Jesús ejercen, pues, en la historia la misma actividad que los ángeles harán en el momento final. Se ve ahora el sentido de los ángeles que servían a Jesús,
colaboraban con él, en la escena del desierto de las tentaciones: eran figura
de los que colaboran en su misión.
La petición de Jesús se dirige al dueño de la
mies, al Padre. Jesús no pide al
Padre que envíe segadores, pero recomienda a los discípulos que lo hagan. Es
una manera de prepararlos a la misión que sigue. La petición les hará tomar
conciencia de la necesidad y los dispondrá a responder a la llamada de Jesús
Mateo no describe la institución de los Doce.
Su puesto lo ocupan las Bienaventuranzas, donde establece el estatuto de la
nueva alianza y, por tanto, funda el nuevo Israel. Sus doce discípulos, nombrados por primera vez, son, la figura
representativa del Israel mesiánico. El número doce alude a la plenitud escatológica de Israel. En su estadio
final, el pueblo elegido comprende tanto a israelitas como a pecadores e incluirá también a los
paganos.
Para la misión, los hace participar de su
autoridad sobre los espíritus inmundos.
Es la primera vez que aparece en Mateo esta expresión. Jesús capacita a los
discípulos para vencer la resistencia al mensaje opuesta por las ideologías que
dominan al hombre. Según la construcción del texto, parece que los espíritus inmundos están también en
relación con las enfermedades. Esto
mostraría que estas enfermedades son
efecto de la adhesión a ideologías contrarias al plan de Dios.
La proclamación de los Doce tiene el mismo
contenido que la de Jesús, pero sin la
exhortación a la enmienda. Dan escuetamente la buena noticia. Su
proclamación va acompañada de toda clase de señales. El significado de estas es
el mismo que el de las realizadas por Jesús. Él ha resucitado a la hija del
jefe de la sinagoga, ha limpiado a un leproso, ha curado enfermos, ha expulsado
demonios. El significado es liberar a los habitantes de Galilea de las
doctrinas que los tienen postrados y privados de vida. Estas obras se realizan
con las ovejas descarriadas de Israel.
Jesús añade un aviso: la idea de lucro ha de
estar ausente de esta actividad: dad
gratis, lo recibido gratis. Sin segundas intenciones.
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