JUEVES
14 DE DICIEMBRE, SAN JUAN DE LA CRUZ
Mateo 11,11-15
11En verdad os digo que no ha nacido de mujer uno más
grande que Juan el Bautista; aunque el más pequeño en el reino de los cielos es
más grande que él. 12Desde los días de Juan el Bautista hasta ahora
el reino de los cielos sufre violencia y los violentos lo arrebatan. 13Los
Profetas y la Ley han profetizado hasta que vino Juan; 14él es
Elías, el que tenía que venir, con tal que queráis admitirlo. 15El
que tenga oídos que oiga.
1. COMENTARIO
Juan vislumbra, entrevé, ya la
tierra prometida, pero no puede entrar en ella. Con su bautismo ha sacado a la
gente de la institución judía hasta la orilla del Jordán, pero el paso del
Jordán para entrar en la tierra está reservado a Jesús, nuevo Josué. Los que
participan del reino gozan de una realidad de la que Juan no ha podido
participar.
Para entender los vv.12-13
téngase en cuenta lo siguiente. Se usa la
violencia tiene siempre sentido peyorativo; el verbo de la misma raíz
denota la acción de esos violentos.
Arrebatar significa quitar de en medio con la fuerza.
El sentido del pasaje puede ser que mientras el reinado de Dios era solo una
promesa, todos estaban a favor; pero en cuanto llega la realidad y exige la conversión,
es decir, la interrupción de la injusticia, los círculos de poder se ponen en
contra y usan la violencia contra él. De hecho, Juan, precursor del reino, está
ya en la cárcel, crece la oposición a Jesús y pronto se decidirá su muerte.
Finalmente, da Jesús el rasgo
definitivo de Juan v.14. En la doctrina de los letrados se afirmaba que Elías
había de preceder al Mesías para restaurarlo todo. Jesús afirma, ahora, que es
Juan quien encarna la figura de Elías. Lo propone como algo que deberían
admitir sus oyentes. Jesús no intenta demostrar esta afirmación: aceptarla
supone un cambio de mentalidad, pues Juan/Elías, en lugar de haberse presentado
como una figura de autoridad, está en la cárcel, perseguido. Por eso, esta
verdad no puede ser admitida más que por los que han renunciado a esperar un reino
de Dios que se impone desde el cielo de modo prodigioso.
Es precisamente por la dificultad
de aceptar esto para los que están imbuidos de la ideología mesiánica
tradicional, por lo que Jesús añade la advertencia: El que
tenga oídos que oiga.
El significado,D el más grande nacido d mujer pero el más pequeño en el cielo
ResponderEliminarComo puede ser el más grande nacido d mujer y el más pequeño en el Reino d los cielos
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