LUNES
15 DE ENERO
Marcos 2,18-22
18Como los discípulos de Juan y los fariseos estaban
ayunando, vinieron unos y le preguntaron a Jesús: Los discípulos de Juan y los
discípulos de los fariseos ayunan. ¿Por qué los tuyos no? 19Jesús
les contesta: ¿Es que pueden ayunar los amigos del esposo, mientras el esposo
está con ellos? Mientras el esposo está con ellos, no pueden ayunar. 20Llegarán
días en que les será arrebatado el esposo; aquel día sí que ayunarán. 21Nadie
echa un remiendo de paño sin remojar a un manto pasado; porque la pieza tira
del manto —lo nuevo de lo viejo— y deja un roto peor. 22Tampoco se
echa vino nuevo en odres viejos; porque el vino revienta los odres, y se
pierden el vino y los odres; a vino nuevo, odres nuevos.
COMENTARIO
18Como los discípulos de Juan y los fariseos estaban
ayunando, vinieron unos y le preguntaron a Jesús: Los discípulos de Juan y los
discípulos de los fariseos ayunan. ¿Por qué los tuyos no?
Choca la mención de los discípulos de Juan- No consta
históricamente que se constituyeran en grupo, lo cual no quiere decir que sea
imposible y que ante la novedad de Jesús derivarán hacia una espiritualidad
farisea.
Se trata de una actitud
existente entonces y ahora. Los que plantean la cuestión a Jesús son gente
anónima, lo cual nos propone que puede ser cualquiera: desde los que lo hacen
por un sincero y mal entendido aprecio a la tradición hasta aquellos que lo
hacen como oposición hacia lo nuevo y sorprendente.
19Jesús les contesta: ¿Es que pueden ayunar los amigos
del esposo, mientras el esposo está con ellos? Mientras el esposo está con
ellos, no pueden ayunar.
La respuesta de Jesús está
en presente. El ayuno no es medio de expiación, ni de contener a un Dios
enojado. Es solamente un medio personal puntual y coincide con el ambiente
comunitario, el día que se lleven al
novio.
Como la situación normal de
la comunidad es la del banquete de bodas, el ayuno no tiene sentido. El Reino
es boda, alianza nueva. El ayuno antiguo no tiene sentido, no pueden ayunar. Lo antiguo no puede expresar la realidad nueva.
El perdón está asegurado. La certeza del perdón y la experiencia del amor
excluyen motivos de tristeza. En la comunidad el elemento constante y esencial
es la presencia del novio. Las disciplinas tienen que nacer de dentro de la
adhesión a Cristo y a su tarea.
20Llegarán días en que les será arrebatado el esposo;
aquel día sí que ayunarán.
El comienzo del versículo
es una manera de acercar la liberación, no solo palabras amenazadoras. Incluso
el día del ayuno, el día que arrebaten al novio, el día de la muerte de Jesús,
el día liberador por excelencia que nos trae la nueva y definitiva alianza.
Lo permanente es la boda,
la experiencia del perdón. Jesús niega el valor religioso del ayuno. Dios no
necesita el dolor del hombre, no quiere que nos falte vida.
La actitud del cristiano es
la alegría que nace de la certeza del perdón, de la certeza de que Dios me es
tan favorable que está enamorado de la humanidad y se desposa con ella. Estas
certezas excluyen las angustias, dudas y temores así como los ayunos
expiatorios para que Dios nos sea favorable.
21Nadie echa un remiendo de paño sin remojar a un manto
pasado; porque la pieza tira del manto —lo nuevo de lo viejo— y deja un roto
peor. 22Tampoco se echa vino nuevo en odres viejos; porque el vino
revienta los odres, y se pierden el vino y los odres; a vino nuevo, odres
nuevos.
Frente
al ayuno, la boda, con un traje nuevo y vino nuevo.
Es
imposible combinar lo nuevo con lo viejo. Lo nuevo no pega con lo viejo y hace
un roto mayor. Lo nuevo revienta con su fuerza los odres viejos.
·
Con las telas:
Marcos habla de "paño sin estrenar", habla de absoluta novedad: el
reino, la buena nueva, que trae Jesús. El sincretismo es imposible. No se puede
combinar la novedad radical que Jesús trae con el apego al pasado que de algún
modo se quieren conservar.
·
Con el vino:
Si lo viejo no puede mezclarse con lo nuevo, lo nuevo/vino si puede perderse
definitivamente por intentar unirlo a los viejo/pellejos viejos.
La experiencia del Espíritu, del amor que Dios nos
tiene, es de tanta calidad y fuerza que no
se puede contener en las estructuras viejas, ni siquiera podían imaginar
tal relación. El amor exige formas nuevas. El amor/el vino es permanentemente
nuevo, ha de ser reinventado en recipientes nuevos, formas nuevas, es el único
medio de llevarlo a los demás. Creer que la religión es siempre lo mismo y
mantener siempre lo mismo, es no entender nada de Dios que es novedad
constante.
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