domingo, 14 de enero de 2018

SEMANA II

VIERNES

19 DE ENERO
Marcos 3,13-19
13Jesús subió al monte, llamó a los que quiso y se fueron con él. 14E instituyó doce para que estuvieran con él 15y para enviarlos a predicar, y que tuvieran autoridad para expulsar a los demonios: 16Simón, a quien puso el nombre de Pedro, 17Santiago el de Zebedeo, y Juan, el hermano de Santiago, a quienes puso el nombre de Boanerges, es decir, los hijos del trueno, 18Andrés, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás, Santiago el de Alfeo, Tadeo, Simón el de Caná 19y Judas Iscariote, el que lo entregó.

COMENTARIO
La montaña representa el lugar del encuentro con Dios:
-          Moisés y el pueblo de Israel recibieron la Ley en la cumbre del Sinaí;
-          allí se refugió el profeta Elías cuando era perseguido por los reyes idólatras de su pueblo.
-          Salomón construyó el templo de Dios sobre el monte Sión, en la ciudad de Jerusalén.
-          Los salmos cantan la presencia de Dios sobre las altas montañas del Hermón en la cordillera del Antilíbano.
Marcos nos dice que Jesús hizo lo mismo, subió a una montaña, para designar a sus doce compañeros. De manera tan gráfica y concreta se nos dice en la Biblia que estos acontecimientos son capitales en la historia de nuestra salvación. Quien haya experimentado la emoción de escalar una cumbre y contemplar desde allí el panorama circundante, comprenderá la imagen bíblica de la montaña como escenario de esos encuentros cercanos con la majestad y bondad de Dios.
13Jesús subió al monte, llamó a los que quiso y se fueron con él.
El nuevo Israel se forma en el monte, símbolo de la esfera divina, la del Espíritu, en contacto con la humana (en oposición al monte Sión, lugar del templo).
Su identidad no está en la Ley de Moisés, sino en el Espíritu de Jesús.
No es convocado directamente por Dios, como el antiguo, sino por Jesús, el Hombre-Dios, presencia de Dios en la tierra.
La frase a los que quiso describe el amor de Jesús a Israel, representado por los israelitas que han respondido a su llamada. No se pertenece a este nuevo Israel por el mero origen étnico: la respuesta a la convocación, se fueron con él, implica la adhesión a Jesús y, al mismo tiempo, el alejamiento de la institución judía, con la que Jesús ha roto. La escena cumple la profecía de Jl 3,5 donde se anunciaba que Dios convocaría al resto de Israel para enviarlo como portador de buenas noticias: Jesús ejerce de nuevo una función divina.


14E instituyó doce para que estuvieran con él 15y para enviarlos a predicar, y que tuvieran autoridad para expulsar a los demonios:
E instituyó doce. Esta frase señala la creación del nuevo Israel. El número doce, alusión a las doce tribus, símbolo del Israel inicial y del escatológico, incluye a todos los seguidores de Jesús procedentes del judaísmo. La lista de los Doce comienza con los antes llamados (Mc 1,16-21a), significando que para formar parte del Israel mesiánico hay que haber optado antes por seguir a Jesús.

Doble finalidad de la llamada:
-          para que estuviesen con Jesús, para que prestasen afecto incondicional a su persona y mensaje;
-          para enviarlos a predicar, encargándoles una misión universal: en contraste con el sentido de privilegio y el etnocentrismo del antiguo. El nuevo Israel ha de ponerse al servicio de la humanidad.

16Simón, a quien puso el nombre de Pedro, 17Santiago el de Zebedeo, y Juan, el hermano de Santiago, a quienes puso el nombre de Boanerges, es decir, los hijos del trueno...
Los nombres de la lista forman tres grupos:
·         El primero está formado por los que reciben un sobrenombre:
o   a Simón le pone el de Pedro/Piedra, indicando su obstinación (8,32s; 9,5; 10,28; 14,27-31), que lo llevará hasta negar a Jesús 14,66-72);
o   los hijos de Zebedeo reciben el sobrenombre de Truenos, por su espíritu autoritario (Mc  9,38), unido a la ambición de poder (Mc 10,35-37).

18Andrés, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás, Santiago el de Alfeo, Tadeo, Simón el de Caná
·         En el segundo grupo entran los ocho nombres siguientes:
o   está encabezado por Andrés (separado de Simón Pedro, de quien ya no se le llama hermano);
o   nunca hablan ni toman iniciativa alguna en el evangelio;
o   ninguno de ellos, excepto Andrés volverá a ser mencionado por su nombre;
o   representan el conjunto de los israelitas anónimos que han dado su adhesión a Jesús.

19y Judas Iscariote, el que lo entregó.
·         En el tercer grupo se encuentra Judas Iscariote, el traidor, que prefigura la parte del pueblo judío que pedirá la muerte de Jesús (Judas-Judea-pueblo judío).

La constitución del nuevo Israel consuma la ruptura de Jesús con la institución judía; significa que el antiguo Israel ha dejado de ser pueblo escogido y destinatario de las promesas.
La lista no incluye a Leví/Mateo porque este, cuando fue llamado por Jesús y lo siguió (2,14), estaba excluido de Israel por su condición de pecador/descreído. No pertenece al grupo de discípulos, sino al de pecadores que siguen a Jesús.
El espíritu del grupo está aún distante del de Jesús. Falta mucho para que den una confianza incondicional a la persona y mensaje de Jesús:
-          El primero de la lista, Simón Pedro, ha mostrado su reformismo violento (1,29-31);

-          el último antes de Judas, Simón el Fanático (zelota), está en la misma línea de intransigencia y reformismo nacionalista. 

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