VIERNES
26 DE ENERO
Marcos 4,26-34
26Y decía: El Reino de Dios se parece a un hombre que
echa semilla en la tierra. 27Él duerme de noche y se levanta de
mañana; la semilla germina y va creciendo, sin que él sepa cómo. 28La
tierra va produciendo fruto sola: primero los tallos, luego la espiga, después
el grano. 29Cuando el grano está a punto, se mete la hoz, porque ha
llegado la siega.
30Dijo también: ¿Con qué podemos comparar el Reino de
Dios? ¿Qué parábola usaremos? 31Con un grano de mostaza: al
sembrarlo en la tierra es la semilla más pequeña, 32pero después de sembrada
crece, se hace más alta que las demás hortalizas y echa ramas tan grandes que
los pájaros del cielo pueden anidar a su sombra.
33Con muchas parábolas parecidas les exponía la palabra,
acomodándose a su entender. 34Todo se lo exponía con parábolas, pero
a sus discípulos se lo explicaba todo en privado.
COMENTARIO
26Y decía: El Reino de Dios se parece a un hombre que
echa semilla en la tierra. 27Él duerme de noche y se levanta de
mañana; la semilla germina y va creciendo, sin que él sepa cómo. 28La
tierra va produciendo fruto sola: primero los tallos, luego la espiga, después
el grano. 29Cuando el grano está a punto, se mete la hoz, porque ha
llegado la siega.
Jesús se dirige de nuevo a la multitud, y
expone en dos parábolas el secreto del Reino, los dos aspectos o etapas del Reino
de Dios.
En la primera parábola propone el aspecto
individual: el hombre se realiza mediante un proceso interno de asimilación del
mensaje, que culmina en la disposición a la entrega total:
-
El fruto es el hombre que se entrega.
-
La siembra se hace en la tierra, indicando la
universalidad, y el que siembra debe respetar ese proceso interior, sin que él sepa cómo.
-
La siega significa el momento en que el individuo se integra
plenamente en la comunidad, tanto en su fase terrestre como en su fase final.
30Dijo también: ¿Con qué podemos comparar el Reino de
Dios? ¿Qué parábola usaremos? 31Con un grano de mostaza: al
sembrarlo en la tierra es la semilla más pequeña, 32pero después de
sembrada crece, se hace más alta que las demás hortalizas y echa ramas tan
grandes que los pájaros del cielo pueden anidar a su sombra.
En la segunda
parábola expone el aspecto social del Reino: a partir de mínimos comienzos ha
de extenderse por todo el mundo, pero sin el esplendor ni magnificencia que son
los emblemas del poder dominador y que el judaísmo, basándose, entre otros
textos, en Ez 17,22-24, el cedro frondoso
esperaba para el futuro de Israel.
-
No
hay continuidad con el pasado: es una semilla
nueva, no esqueje del antiguo cedro, como en Ezequiel.
-
Tampoco
se planta en un monte alto como en el texto profético, sino en la tierra, indicando universalidad.
-
El resultado será una realidad de apariencia modesta,
pero que ofrecerá acogida a todo hombre que busca libertad, los pájaros del cielo.
El Reino, por
tanto, excluye la ambición de triunfo personal y de esplendor social.
33Con muchas parábolas parecidas les exponía la palabra,
acomodándose a su entender. 34Todo se lo exponía con parábolas, pero
a sus discípulos se lo explicaba todo en privado
Jesús trabaja
pacientemente con la multitud y continúa exponiéndole el mensaje con otras
parábolas. El grupo de discípulos, los
Doce, que no abandona la ideología del judaísmo, sigue sin entender, está a
la altura de los de fuera. Jesús no lo abandona, les explica el significado de
las parábolas que habrían debido comprender por sí mismos.
El otro grupo ya no aparece: después de la exposición
anterior de Jesús ha entendido el secreto del Reino y se ha independizado
ideológicamente de los Doce.
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