lunes, 16 de marzo de 2020

DÍA 16 DE MARZO. LUNES. 

Escribía el gran Martín Descalzo, escritor, poeta... y sacerdote que: "Hay que amarse deprisa, porque la vida es corta". Él se lo decía al hablar de la muerte de su padre. Como había dejado muchos domingos de ir a verlo, cuando estaba enfermo, porque tenía muchas cosas que hacer, muchos artículos que escribir... Y tanto era el amor de su padre hacia él, que los domingos no eran cuando coincidían en el calendario, sino cuando iba a verle su hijo. 

Esta referencia nos puede servir hoy, en estos días, y siempre, para descubrir lo esencial e importante de nuestras vidas. ¿Cuántas veces dejamos de vivir en lo “importante” porque vivimos apretujados por lo “urgente”? Y así, al final, todo se convierte en "urgente" como si nada fuera importante.

También, creo que estos días son oportunidades para valorar lo esencial. Distinguir lo esencial de lo accesorio, que sigue la misma lógica que lo dicho anteriormente. Si damos la misma importancia a lo accesorio que a lo esencial, al final todo parece que se convierte en esencial. Y no lo es.
¿Qué es para mí en estos momentos lo esencial de mi vida? ¿Son cosas, son aspiraciones, son personas, son valores? ¿Cuándo parece que todo se tambalea, dónde pongo el ancla (símbolo de la esperanza) de mi vida?

Otro ejemplo. Ha salido una nota de la conferencia Episcopal española, diciendo que se suspenden todas las procesiones y actos públicos de la Semana Santa.  ¿Esto esencial o accesorio, importante o urgente?
Me imagino que hay para todas las opiniones.
Pero volvamos a lo esencial. ¿Cuál es el centro? Jesús de Nazaret, celebrar su pasión, muerte y Resurrección. Y de aquí viene todo, todo lo demás. En tiempos de fuertes crisis, no deberíamos estar dando tantas vueltas a todo aquello que no corresponde al centro. Si quitáramos la fe en Jesús de Nazaret, ¿las procesiones se seguirían celebrando?  
(Pero esto mismo se podría aplicar en cualquier orden de la vida social, política, económica… Hace mucho daño el querer estar siempre reivindicando privilegios, derechos. ¿Por qué no hablamos de servir, de renunciar?)
Resultado de imagen de oasis en el desierto 

Estamos en el desierto de la cuaresma, os invito a acercarnos al oasis del Evangelio. En el centro del oasis: Jesús, fuente de agua viva. 

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