JUEVES
1 DE FEBRERO
Marcos 6,7-13
7Llamó a los Doce y los fue enviando de dos en dos,
dándoles autoridad sobre los espíritus inmundos. 8Les encargó que
llevaran para el camino un bastón y nada más, pero ni pan, ni alforja, ni
dinero suelto en la faja; 9que llevasen sandalias, pero no una
túnica de repuesto. 10Y decía: Quedaos en la casa donde entréis,
hasta que os vayáis de aquel sitio. 11Y si un lugar no os recibe ni
os escucha, al marcharos sacudíos el polvo de los pies, en testimonio contra
ellos. 12Ellos salieron a predicar la conversión, 13echaban
muchos demonios, ungían con aceite a muchos enfermos y los curaban.
COMENTARIO
Jesús convoca a los Doce como había hecho antes con los que iban a
constituir el grupo (3,13), pero no les encarga anunciar lo que todavía no han
experimentado.
-
Los envía de dos en dos, como los había
llamado al principio (1,16-21). Ir de dos en dos implica la afirmación de la
igualdad y excluye la subordinación de uno a otro; es testimonio de ayuda y
solidaridad mutuas.
-
Les da autoridad
sobre los espíritus inmundos, para
dominarlos. Es sobre ellos mismos, son ellos los que tienen que tener a raya su
fanatismo. Jesús les hace posible acercarse a todo hombre sin pretensiones de
superioridad.
Jesús les da instrucciones muy concretas sobre el modo como deben
comportarse:
-
no deben llevar provisiones (pan);
-
tampoco una alforja, propia de los mendigos,
para guardar lo que pudieran recibir por el camino;
-
ni dinero, que les daría la seguridad de no
quedarse desprovistos en caso de no recibir nada. El despego del dinero permite
la libertad.
-
El bastón y las
sandalias eran imprescindibles para los viajes largos; eso sí deben llevarlo.
Por el contrario, llevar puestas dos
túnicas era señal de riqueza, por eso no deben hacerlo. El vestido refleja
la clase social a la que se pertenece; ellos deben estar al nivel de la gente
modesta o pobre.
Jesús quiere poner a los doce en contacto con hombres de otros
pueblos. Que sea la experiencia lo que les haga cambiar de mentalidad. Es una
especie de terapia de choque. No los envía a predicar, sino a aprender por el
contacto humano.
Añade después Jesús otras instrucciones sobre el contacto con la gente
que van a encontrar y cuál ha de ser su reacción según la acogida que reciban.
Menciona solamente el lugar y la casa/ familia, que pueden encontrarse
en cualquier país. Han de aceptar la hospitalidad que se les ofrece, sin
cambiar de casa, para no desairar la buena voluntad de la gente ni afrentar la
hospitalidad ofrecida. No tienen que informarse sobre quién los acoge; deben
aceptar lo que les ofrecen sin mostrarse reacios a los usos del lugar.
Puede darse el caso de que un grupo humano, un
lugar, se niegue a aceptar la presencia de los enviados. El rechazo delata
la postura: lo que viene de fuera no tiene nada que aportarnos. Se expresa de
dos maneras:
-
la falta de solidaridad, no os acoge,
-
y la cerrazón completa al diálogo o a la
comunicación humana, ni os escuchan.
Si eso sucede, deben abandonar el lugar, pero, al marcharse, tienen
que hacer un gesto de acusación, el que hacían los judíos al salir de tierra
pagana, sacudíos el polvo de las suelas; ahora significa que los
verdaderos paganos, los que no conocen al verdadero Dios, son los que se oponen
a la igualdad y solidaridad humanas: ser pagano no se define por las creencias,
sino por el modo de actuar; lo es quien no refleja en su conducta el amor
universal de Dios.
Recibidas las instrucciones, los Doce se ponen en marcha. No se precisa
adónde van ni cuánto dura el viaje. Pero la actividad que desarrollan ¡no
coincide en absoluto con la encargada por Jesús!
-
En primer lugar, se dedican a predicar, exhortando a la enmienda. Es decir, hacen suyo el mensaje
del Bautista al pueblo judío.
-
Los Doce, por una parte, liberan de la adhesión
fanática al sistema judío, expulsión de demonios; por otra, suscitan en
el pueblo abatido la esperanza de un mesías davídico restaurador de la gloria
de la nación: el ungir con aceite recuerda la unción de los reyes de
Israel. Así remedian momentáneamente, curaban el estado de postración
de muchos. Todo indica que se dirigen solamente a judíos y que siguen en su
mentalidad nacionalista. No proponen la alternativa de Jesús, sino la
renovación de Israel.
Tienen gran
éxito: con esta propuesta no experimentan rechazo alguno.
Hablando de nueva evangelización… ¿En qué puede consistir? ¿Dónde puede estar su novedad? ¿Qué hemos de
cambiar? ¿Cuál fue realmente la intención de Jesús al enviar a sus discípulos a
prolongar su tarea evangelizadora? El relato de Marcos deja claro que solo
Jesús es la fuente, el inspirador y el modelo de la acción evangelizadora de
sus seguidores. Estos actuarán con su autoridad. No harán nada en nombre
propio. Son "enviados" de Jesús. No se predicarán a sí mismos: solo
anunciarán su Evangelio. No tendrán otros intereses: solo se dedicarán a abrir
caminos al reino de Dios.
La única
manera de impulsar una "nueva evangelización" es purificar e
intensificar esta vinculación con Jesús. No habrá nueva evangelización sino hay
nuevos evangelizadores, y no habrá nuevos evangelizadores sino hay un contacto
más vivo, lúcido y apasionado con Jesús. Sin él haremos todo menos
introducir su Espíritu en el mundo.
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