SEMANA SANTA EN FAMILIA
A causa del confinamiento en casa por la declaración del Estado
de Alarma por epidemia de coronavirus
Domingo de Ramos
Introducción
Guía:
En el nombre del Padre, y del Hijo, y
del Espíritu Santo.
Todos: Amén.
Monición inicial
Guía:
“¡Hosanna al Hijo de David!”. Con la celebración del
Domingo de Ramos la Iglesia nos disponemos a inaugurar la Pascua del Señor.
Pero ésta no es una Pascua cualquiera, ésta es su Pascua, aquella cuya sangre,
la del Cordero inmolado, víctima por nuestros pecados, nos alcanzará la
verdadera liberación de la esclavitud del pecado y de la muerte. Signo de esta
Pascua verdadera y definitiva es esta entrada regia en Jerusalén, ciudad del
gran rey: los ramos con que Jesús es aclamado como hijo de David son el anuncio
de su Pasión gloriosa, voluntariamente aceptada. Para esta hora Cristo ha
venido al mundo, vivamos su entrega unidos a Él, metidos en su Corazón, en sus
sentimientos más hondos: si con Él morimos, viviremos con Él. 
Escucha de la
Palabra de Dios
Guía:
Por
este motivo, recordando con fe y devoción la entrada salvadora, escuchemos la
Palabra del Señor para que, participando de su cruz por la gracia merezcamos un
día tener parte en su resurrección y vida.
Lectura del Evangelio –
Ciclo A
 Lector:
X Del
Evangelio según san Mateo.                                                     Mt 21, 1-11
Cuando
se acercaban a Jerusalén y llegaron a Betfagé, en el monte de los Olivos, envió
a dos discípulos diciéndoles: «Id a la aldea de enfrente, encontraréis
enseguida una borrica atada con su pollino, los desatáis y me los traéis. Si
alguien os dice algo, contestadle que el Señor los necesita y los devolverá
pronto». 
Esto
ocurrió para que se cumpliese lo dicho por medio del profeta: 
«Decid a la hija
de Sión: 
“Mira a tu rey,
que viene a ti, 
humilde, montado
en una borrica, 
en
un pollino, hijo de acémila”».
Fueron los
discípulos e hicieron lo que les había mandado Jesús: trajeron la borrica y el
pollino, echaron encima sus mantos, y Jesús se montó. La multitud alfombró el
camino con sus mantos; algunos cortaban ramas de árboles y alfombraban la
calzada. 
Y la gente que
iba delante y detrás gritaba: «¡Hosanna al Hijo de David! ¡Bendito el que viene
en nombre del Señor! ¡Hosanna en las alturas!».
Al
entrar en Jerusalén, toda la ciudad se sobresaltó preguntando: «¿Quién es
este?». La multitud contestaba: «Es el profeta Jesús, de Nazaret de Galilea».
Palabra del
Señor.
Todos: Gloria
a ti, Señor Jesús.
Corramos a una con quien se apresura a
su Pasión, e imitemos a quienes salieron a su encuentro. Pongámonos a sus pies
como si fuéramos alfombras y repitamos hoy aquella exclamación que los niños hebreos
cantaban, mientras agitamos los ramos espirituales del alma: ¡Bendito el que
viene, como rey, en nombre del Señor! ¿Hosanna al Hijo de David!
Ahora
cada uno coge en la mano un ramo de cualquier planta.
Guía:
Invoquemos al
Señor para que sean bendecidos estos ramos.
Aumenta, oh, Dios, la fe de los
que esperan en ti 
y escucha las plegarias de los que te
invocan, 
para que, al levantar hoy los ramos
en honor de Cristo vencedor, 
seamos portadores, apoyados en él,
de fruto de las buenas obras.
Por Jesucristo,
nuestro Señor.
Todos: Amén
Si se tiene agua bendita
se asperja los ramos en silencio
Guía:
Ahora
como los niños hebreos, llevando ramos de olivo en sus manos, salieron al encuentro
del Señor, también nosotros aclamamos:
Salmo
46
Pueblos
todos, batid palmas,
aclamad
a Dios con gritos de júbilo;
porque
el Señor altísimo es terrible,
emperador de toda la tierra. R./
Él
nos somete los pueblos
y
nos sojuzga las naciones;
él
nos escogió por heredad suya:
gloria de Jacob, su amado. R./
Dios
asciende entre aclamaciones;
el
Señor, al son de trompetas:
tocad
para Dios, tocad;
tocad para nuestro Rey, tocad. R./
Porque
Dios es el rey del mundo:
tocad con maestría. R./
Dios
reina sobre las naciones,
Dios se sienta en su trono sagrado. R./
Los
príncipes de los gentiles se reúnen
con
el pueblo del Dios de Abrahán;
porque
de Dios son los grandes de la tierra, y él es excelso. R./
Oración de peticiones
Guía:
Pidamos
ahora Dios Padre, que por nosotros entregó a su Hijo Jesús a la muerte y lo
levantó sobre todo, como Mediador nuestro.
Lector:
― Por la Iglesia,
que se prepara para celebrar los misterios de la Pasión, muerte y resurrección
de Cristo; que, unida a Él, como a su esposo, se vea renovada en la caridad y proponga
siempre a los hombres la salvación que viene de la cruz gloriosa de Cristo. Roguemos
al Señor.
― Por nuestra
nación y por todas las naciones del mundo, para que Cristo, rey de paz, instaure
en todas las sociedades humanas el suave y poderoso reinado de la nueva ley del
amor. Roguemos al Señor.
― Por todos
aquellos que, como Cristo, se encuentran abandonados y humillados, para que, unidos
a su cruz salvadora, completen con sus sufrimientos lo que falta a la Pasión de
Cristo. Roguemos al Señor.
― Para que el
Señor siga fijando sus ojos en muchos niños y jóvenes de nuestras parroquias que,
siguiendo la llamada al sacerdocio, continúen transmitiendo su mensaje de
salvación y misericordia a los hombres de nuestro tiempo. Roguemos al Señor.
― Por nosotros,
que nos disponemos a vivir estos días santos unidos a la cruz de Cristo, para
que abramos nuestro corazón a su gracia y a su misericordia, y por la
celebración de su Misterio Pascual, renueve en nosotros el don de la vida nueva
de hijos de Dios. Roguemos al Señor.
Se
pueden incluir alguna intención particular. 
Padre Nuestro
Guía:
Concluyamos
nuestra oración como el Señor Jesús nos enseñó, quien llama Padre a quien nos
creó y nos salvó:
Todos: Padre nuestro…
Oración final
Guía:
Dios todopoderoso y
eterno,
que hiciste que nuestro Salvador se
encarnase
y soportara la cruz para que imitemos su
ejemplo de humildad,
concédenos, propicio, aprender las
enseñanzas de la Pasión
y participar de la resurrección
gloriosa.
Por Jesucristo
nuestro Señor.
Todos: Amén.
Guía: (mientras todos hacen la señal de la cruz)
El Señor nos
bendiga, nos guarde de todo mal y nos lleve a la vida eterna.
Todos: Amén.
 
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